Toma uno: a pesar de que nos gusta probar varias veces un lugar antes de hacer nuestra crítica, el presupuesto ajusta (¡Hola, Macrisis!) y no pedimos canjes (aunque a veces aceptamos invitaciones). La «Toma uno» va a resaltar los platos que han dejado a nuestro escritor culinario residente, Kevin Vaughn, queriendo una segunda vuelta.

Cada cultura tiene su arepa. Una arepa es básicamente un sánguche. En Medio Oriente, una arepa es una pita, y en México es una gordita. Siendo muy generoso, una arepa es un especie de dumpling que se encuentra en casi todas las culturas de todo el mundo, también como la empanada. La diferencia, claro, es que mientras que las mejores dumplings son las que no se rompen, las mejores arepas son las que se estiran y abarcan más sin desmoronarse en los primeros bocados.

En Venezuela, las arepas se comen mañana, tarde y noche. Las comen solas, de a pedazos como si fuera pan, o apuñaladas al medio, rellenas de palta verde brillante y salpicadas con salsas rojas y naranjas que emulan las tierras tropicales caribeñas donde nacieron.

Hay una buena cantidad de arepas en Buenos Aires. Los restaurantes venezolanos están entre los más numerosos de la ciudad y casi todos ofrecen el mismo menú, por lo que, curiosamente, resulta difícil elegir qué pedir. Todas y cada una de ellas tienen especialidades y platos de relleno. Panachef hace una de mis reina pepiadas preferidas; su masa blanca flexible se dobla para adaptarse a lo que se siente como un pollo entero con una palta cortada como bloques de concreto. En un sótano de microcentro, la selección de Guaica tiene más de veinticuatro variedades, aunque el pabellón, normalmente un plato en sí mismo, hecho de tiras de carne, porotos y plátanos color cobre, es claramente el ganador. Y en Kombinaciones de Palermo, los ingredientes como huevos cocidos y la panceta asada a fuego lento son el foco central del menú.

Y luego está Mestizos. El chef Juan Manuel León era el cerebro detrás de Monzu, una pequeña pizzería en el borde entre Palermo y Almagro que servía pizza de ingredientes raros tipo papa y panceta sobre masa de pizza teñida con tinta de calamar. Mientras Monzu sufre algunos reajustes — un traslado a Puerto Madryn y pronto un nuevo local en Palermo Soho — León y su equipo llevaron a las arepas su comodidad con los sabores chiflados.

Para empezar, prueben La Mestiza, que esta rebalsada como una boda argentino-venezolana descontrolada. El pollo a la plancha y los generosos trozos de palta rinden homenaje a la reina pepiada pero unas rodajas gordas de chorizo y un chimichurri picante le dan un buen cachetazo porteño. La Llanera viene con tiras gruesas de bife condimentado como si fuera un salteado peruano, con notas dulces de salsa de soja y azúcar combinados con un huevo frito grasoso, cebolla colorada dulce, y queso llanero bien denso y salado.

Nuestra visita fue breve pero muy prometedora. Y la carta de dulces pastelitos, patacones, sopa y tequeños nos hará volver pronto.

Mestizos

Dirección: Nicaragua 4424, Palermo Soho

Abierto: de lunes a jueves, de 5pm a medianoche; Viernes mediodía a 2am; Sábado de 9 am a 2am; Domingo 9am a medianoche

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Crédito de la foto: EVALY Contreras

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