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Si no estás familiarizado con el slang del español rioplatense, puede que te pierdas del juego de palabras en el título de Una banda de chicas, el vívido documental musical de Marilina Giménez, ahora disponible para ver en Amazon Prime Video y en la plataforma gratuita Cine.Ar Play. “Una banda” significa “un montón.” Y en ese sentido, es el título perfecto para una obra que busca plasmar la pluralidad de las movidas musicales de las mujeres en Argentina.

El documental es un fascinante retrato-collage del under porteño, con artistas como Las Taradas, She-Devils, Ibiza Pareo, Chocolate Remix, Miss Bolivia y muchas más apareciendo en material registrado a lo largo de una década. Y además de exponer varios tipos de feminismo y problematizar lo que significa ser “una banda de chicas,” el documental captura unas interpretaciones musicales realmente increíbles.

Una banda de chicas es una experiencia extremadamente táctil y sensorial, transmitiendo la sensación del recital mejor que cualquier producción masiva que haya visto. Sirve como una exploración de distintas posturas ideológicas con respecto a la identidad femenina en la música argentina, y sirve como una hermosa introducción a la escena musical independiente y autogestiva de Buenos Aires.   

Tuvimos la oportunidad de hablar con Marilina Giménez, directora de la película, sobre el proceso de crearla y las ideas que explora.

La La Lista: ¿Cómo hiciste para encontrar un núcleo narrativo para la película cuando abarca un tema tan grande?

Marilina Giménez: Fue un trabajo que llevó varios años en realidad. Primero surge como una observación al estar tocando en una banda, que empezaba a ver que pasaban cosas que no nos pasaban solamente a nosotras, sino que pasaban de una manera más general. Tenía que ver con el género, ya sea mujeres, lesbianas, y trans, que compartimos como ciertas complicaciones a la hora de querer hacer lo que deseamos, cuando eso se corre un poco de los lugares que la sociedad tiene un poco para nosotras. 

Cuando estábamos tocando en Yilet, empezamos a grabar nuestros shows. Y cuando nos empezaron a agrupar con otras bandas, pensé “ah mira todas las que somos,” y empecé a grabar las otras bandas también. Y de ahí surgió la pregunta de bueno, si somos tantas ¿qué pasa que no estamos en la radio? ¿Qué pasa que no estamos en la tele? ¿Qué pasa que no estamos en los canales de música? Era difícil conseguir fechas y cuando lo logramos, nos agrupaban con otras bandas de chicas. Entonces, empezaban a aparecer estas preguntas: ¿es un género ser una banda de chicas?

En algún momento me di cuenta que tenía bastante material, y pensé : “quiero hacer un documental que hable sobre esto.” Como bien dijiste, es muy amplio. En algún momento había empezado a investigar con respecto a la historicidad, cómo las chicas habían aparecido en los 80s, sobre todo lo vinculaba con la democracia en Argentina. Después en los 90s, también como en el riot y con cierta escena punk. Pero en algún punto, empecé como a cerrar los objetivos, enfocarme en el registro de ese momento, el momento que abarca la pelí. Yo empecé a filmar en el 2010 y la terminé en el 2018. 

También a medida que fui haciendo la peli y empezó a crecer el movimiento y los movimientos feministas en Argentina, se hacía cada vez más claro que la película iba a ser coral, retratando eso que se estaba viviendo, que se vivía en la calle, se vivía en las marchas y que se vivía también en la música.

LLL: Dada la enormidad de este tópico, ¿te ha entrado alguna vez la idea de crear una continuación o de expandir la visión, tratar de encontrar otra forma de contar escenas similares?

MG: La verdad es que lo que me sucedió en tantos años de proceso y de registro, me agoté, pensé “no, yo no voy a filmar más bandas.” Lo que menos deseaba era seguir en esa. Después del estreno en Mar del Plata, apareció una banda que yo no conocía y que había sido parte del festival, que eran unas chicas que eran directoras de arte de una película que también se estrenó en Mar del Plata y que aprovechando el viaje, hicieron unas cuantas fechas ahí. Entonces las grabé, y hay como un bonus track de Una banda de chicas que está en el medio de eso.

Me parece que también como pensando en esta cosa más colectiva del feminismo, me parece que está bueno que hayan distintas visiones sobre las escenas y que las puedan montar distintas personas. En un momento me habían hablado unas chicas del norte que estaban haciendo también como un registro de unas bandas, de toda una movida que había en Jujuy y Salta, creo que Tucumán también, más relacionada con el folclore, que a mí me parecía espectacular. Yo, por ejemplo, no hablo del folclore, porque no es mi escena.  La manera en que nos relacionamos nosotras con el folclore, es más como de querer salirnos de ese lugar, porque, en cierto contexto las chicas tienen que tener la voz clara, dulce, suave. Esta idea de que si sos chica, debes tocar folclore o bailar folclore, son cosas que para mí no serían disruptivas. Pero entiendo que en otro contexto eso sí es disruptivo. Tampoco es tan bueno generalizar entorno a los géneros. De hecho, la película habla un poco sobre eso, como cada una de estas bandas agarra un género y se lo apropia y eso es una banda de chicas también. 

LLL: La película tiene una identidad estética muy definida, es muy táctil. Los clubes nocturnos, las luces, el asfalto, es como que hay una identidad audiovisual representada muy claramente en la película. ¿Lo pensaste de esa manera?

MG: Yo hice la carrera de Diseño de imagen y sonido. Y creo que lo que más saco de esa carrera es su trato de lo sensorial y el diseño, no tanto lo narrativo. Entonces siempre estoy pensando en eso: en las formas, en los colores. Yo sabía que iba a hacer una película de música, entonces se tenía que escuchar bien, se tiene que entender lo que dicen, mezclamos en 5.1. La peli está pensada para cine, todas las cosas que el subsidio chiquito que nos dió el INCAA no alcanzaba, entonces fueron diseñadas desde antes. 

Yo tenía la idea de que la película era toda nocturna, y de hecho no fue así, hay unas partes diurnas. Me gusta la idea de tratar de transmitir un poco de la esencia de cada banda. No están filmadas iguales, cada show tiene una particularidad. Todo el diseño estético estaba bastante pensado, más allá que después, bueno, en la práctica pasarán otras cosas ¿no? Como que yo ya sabía que iba a ser desprolija, por la manera en que fue grabada la película, por los años, por ir a grabar cuando se podía. Esto está grabado como en tres cámaras diferentes. Pero también es un poco esto de también tratar de registrar la diversidad. Es como un collage.

LLL: Hay cierta tensión a lo largo de la película sobre la definición de “banda de chicas.” Algunas dicen “si hay un varón, aún esté atrás tocando la batería, no cuenta como banda de chicas.” Otras dicen “no importa que hayan varones, lo que importa es el nombre que aparece en la lista del línea up.” ¿Esa pluralidad es parte de lo que querías mostrar?

MG: Así como cada banda hace temas diferentes, en algún punto quería que hubiera representados distintos tipos de feminismo. No de forzar las situaciones, porque yo tranquilamente me podría haber ahorrado esas discordancias y tratar de enfocarme en la unidad. Pero no, te vamos a mostrar esas diferencias. Todas vienen como de distintos lugares, por más que compartimos escenario. Y también es una cosa cuando grabo alguna banda en el 2015, y otra cosa es grabarla ahora. En algunas ocasiones hubo cambio de parecer en torno a lo que decían y en otras no. De hecho, yo lo que hice para algunas cosas, fue grabar cosas de vuelta, para reafirmar si me seguían diciendo lo mismo o no, para ver si esos comentarios iban a ir o no, para que cuando la peli saliera, se sintiera que son ellas y no que se viera como algo viejo. A mí me parece interesante que no haya puntos de vista totalitarios, que te dejen pensando: “bueno, ¿es una banda de chicas o no es una banda de chicas?” 

LLL: Ahora la película está disponible para ver en Prime Latinoamérica o solo Argentina ¿cómo es?

MG: Sí, Prime Latinoamérica. Esa fue la buena noticia del año pasado, porque la película estuvo girando por Europa en el 2019, quedamos en unos cuantos festivales, en USA, en distintos lugares de Latinoamérica, incluyendo México. Pero por el COVID se suspendieron un montón de planes y cosas y yo me quedé re triste, porque en Latinoamérica es donde siento que menos se vio la película y donde menos repercusión tuvo. Y a mediados del año pasado Amazon nos compró la peli y hasta que no estuviera al aire no quería decir nada, y la pusieron en diciembre.

La peli también está en CineAr, para los que no tienen Amazon. CineAr es gratuito, sacas la cuenta y ya. La única diferencia entre [las versiones en] CineAr y Amazon es que la copia de Amazon es de re alta calidad y en CineAr te piden un export en 25 y la película no fue grabada en 25, fue grabada creo que en 29 o en 30. Entonces, hay como una especie de rareza cuando la ves, pero igual te das cuenta de eso. Si tienes las dos posibilidades, prefiero que la vean en Amazon.

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