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Bienvenidxs a una nueva entrega de Ltd. Edition! Nos tomamos unas pequeñas vacaciones estos meses para recargar energías y cazar nuevos títulos de historieta independiente para ustedes, y para celebrar el retorno de la sección, vamos a charlar de dos novelas gráficas que se publicaron en los últimos meses con bastantes puntos en común.

Familia de Julia Barata y Madriguera de Femimutancia son los nuevos trabajos de dos autores que ya han sido reseñados en artículos previos. En ambos casos, significa una nueva obra que profundiza sus abordajes a temáticas familiares con estilos narrativos y gráficos tan personales como los temas que exploran. 

Familia es el nuevo trabajo de Julia Barata, coeditado por Editorial Sigilo y Musaraña, con quienes había editado su anterior libro Gravidez, el cual visitamos el año pasado en esta sección. En su nuevo trabajo, continúa el proceso de registro de su vida personal y familiar, actualizando su diario ilustrado luego del nacimiento de su hijo León. 

Su bitácora se encuentra lejos de establecer una idea de “normalidad” en el seno familiar o generar una especie de decálogo de reglas para ser una buena madre. Claramente las crisis y los miedos no desaparecen una vez nacido el primogénito, y a la presión de ser una madre atenta a las necesidades de su hijo se le suman la inescapable necesidad de ser una persona productiva en el sistema capitalista con una pizca de placeres terrenales para contrarrestar en los pocos tiempos libres para uno, la desazón que genera el desgaste constante de las exigencias acumuladas.

Julia Barata profundiza en el nervio caótico de su vida cotidiana, que transmite con tanta frescura en el trazo de su dibujo. En un estilo ya identificable y propio, la multiplicación de los personajes sobre el plano acompañan esta sensación de estar siempre a mil, intentando hacerlo todo al mismo tiempo y acumulando tensiones en el camino. Familia es un libro que interpela a quien lo lea independientemente de si tiene o no un hijx, ya que se trata más de plasmar esa tensión, esa velocidad constante y esa aplastante sensación de que no hay manera de alcanzar un ideal que cada vez parece más expirado en el contexto que vivimos. 

En el relato no existe ningún tipo de pudor o de moralización: los miedos, las amarguras y la intermitente belleza del cotidiano se ponen de relieve sobre la página, con una honestidad brutal que desafía los mandatos de “lo correcto”. La actitud de cuestionar sanamente todo en medio del frenesí la lleva a la autora a plasmar sobre las páginas de Familia vivencias íntimas con su pareja donde se pone en jaque el valor de la monogamia y el deseo sexual, la relación que se construye con las sustancias (las legales y las ilegales) para poder lidiar con las obligaciones modernas y el impacto que generan en los estados emocionales, asi como las batallas contra la construcción social que lleva a las progenitoras a auto diagnosticarse como malas madres al no poder vivir a la altura de un modelo irreal. 

Barata no solo actualiza la relación de la autora con su pareja e hijo, sino que también recupera el elemento del desarraigo plasmado en su libro anterior, registrando la visita a su familia y a su Portugal natal con su hijo, volviendo a abrir las incógnitas que persisten en una persona migrante sobre los lazos construidos en la Buenos Aires donde eligió radicarse y su Coimbra natal con la potencia afectiva del volver a ser hija además de ser madre. 

La experiencia de lectura de familia es tan intensa como disfrutable, gracias a la honestidad autoral de Julia Barata, que nos deja entrar a su mundo interior donde absolutamente todo se mantiene en un estado caótico y puede volar por los aires en cualquier momento. La clave parece ser aprender a disfrutar en medio del torbellino.  

Madriguera es el nuevo trabajo de Femimutancia, el cual ganó el premio estímulo a la escritura “Todos los tiempos el tiempo” otorgado en 2020 por la fundación PROA. Como tal, tiene un foco narrativo en construir un relato en el marco temporal de la pandemia, mientras continúa y profundiza la evolución de temáticas y estilo presentes en trabajos anteriores de lx autorx como Alienígena o Banzai, título que precede a Madriguera y que recomendamos el año pasado.

En su nueva novela gráfica vuelve a ponerse de manifiesto los elementos poéticos del trabajo de femimutancia relacionados a la figura del escape o la transportación a planos fantásticos ante una realidad agobiante: En Alienígena, una abducción extraterrestre funcionaba como fantasía manifiesta de lx protagonista, en Banzai es en el plano de los sueños y las pesadillas donde la protagonista tendrá conversaciones difíciles que se procesarán en sesiones de terapia o en confrontaciones con fantasmas del pasado. 

En Madriguera, lx protagonista Rebecca atraviesa un umbral misterioso invitada por un gato Parlante que parece haber escapado de las páginas de Lewis Carroll. Despertará del otro lado, en un universo paralelo donde todo parece ser igual salvo por la existencia de un virus, los barbijos en los rostros y los controles policiales. Lo que no cambia en esta realidad alternativa es la relación complicada con su madre y el abismo que las separa. 

Tanto en esta realidad paralela, como los sueños en Banzai, no funcionan como un escapismo vacuo sino como el terreno donde lxs personajes de Femimutancia luchan por poder poner en palabras sentimientos guardados, para poder procesar vivencias traumáticas que nunca son puestas plenamente de manifiesto en las historias. 

Estos conflictos interiores se encuentran cuidadosamente construidos a lo largo de la novela, con una capacidad autoral que parece omniciente para construir secuencias de paneles que fluyen con naturalidad donde nos muestra los rituales silenciosos de lx protagonista escuchando música, donde construye delicadas interacciones entre Rebecca y los personajes, donde las miradas importan tanto como las pocas palabras que se dicen.

A este espíritu de relato intimista, Femimutancia le suma una pizca de realismo mágico para poder poner de manifiesto su relación con la mirada intrusiva del otro haciendo explotar cabezas o para explorar la relación entre la razón y el corazón en medio del éxtasis en la pista de baile. Todos estos viajes en bicicleta, a través de portales o de fotografías viejas son caminos para exorcizar aquello que se interpone entre le protagonista y sus emociones, para poder reconciliarse con el pasado y llegar así un poco más cerca del núcleo afectivo de una relación complicada entre madre e hijx, rascando la superficie para poder llegar a poner en palabras un poco de todo lo que oculta la fachada.

Madriguera es un testamento de un crecimiento y una evolución autoral para Femimutancia, que evoca en su obra una marca de madurez que nos toca a todos, en poder tener conversaciones difíciles y poco agradables con uno mismo y con aquellas personas que evocan dolor y cariño en partes iguales.

FAMILIA
Julia Barata
240 páginas – 21 x 13 cm
editado por Sigilo & Musaraña Editora 

MADRIGUERA
Julia Ines Mamone – Femimutancia
128 páginas – 23 x 17 cm
editado por Hotel de las Ideas

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