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A lo largo de las últimas décadas, la creciente presencia de la virtualidad en nuestra vida cotidiana ha superado el punto de simple novedad. Cosas que parecían extravagantes y futuristas hace sólo unos años son ahora parte de nuestra rutina diaria, desde ver películas hasta métodos de pago o clases en línea. Es lógico, pues, que esta mayor dependencia de la virtualidad influya también en nuestra producción artística.
Así es como surge Spam Arts, una plataforma para la distribución, el debate y la formación de obras de arte digitales, que abarca diversas formas artísticas como el cine, el live-coding, la música, la realidad virtual, y muchas otras. En un principio, comenzó como una especie de festival de cine que presentaba exclusivamente cortometrajes realizados íntegramente con teléfonos móviles, pero rápidamente creció hasta convertirse en un proyecto con muchas cabezas que busca explorar todas las posibilidades que la virtualidad ofrece a nuestra producción y consumo cultural.
Lejos de limitarse a mostrar las obras de estos artistas, el proyecto Spam Arts está interesado en crear conversaciones sobre la propia naturaleza de la obra, organizando conversaciones y talleres que profundizan en la creación, las implicaciones y la distribución de la obra digital, así como en el espacio que ocupan dentro de nuestras realidades sociopolíticas.
Por ejemplo, este próximo 29 de abril, en el Centro Cultural Recoleta, un nuevo evento de Spam Arts titulado Feminismo Ciborg & Brecha Tecnológica incluirá talleres de code-art, performances multimedia y conversaciones sobre el género en el mundo del arte digital.

Hablamos con la directora de Spam Arts, Florencia Giacumbo, sobre el pasado y el futuro de la plataforma, las preguntas que pretende plantear y el movimiento que lo inició todo.

LLL: ¿Qué es Spam Arts?
FLOR: Spam Arts es una plataforma de arte digital. En la edición anterior nos centramos en lo que es arte realizado para y por dispositivos móviles, y ahora abarca muchos lenguajes distintos de arte digital.
LLL: ¿De dónde surgió la idea de Spam Arts?
FLOR: Surgió primero viendo un poco la escena de lo que era el movimiento del cine con celular. Yo hace varios años comencé con talleres y diferentes instancias de clases en distintas instituciones (secundarios, espacios barriales, hasta algunas universidades) sobre la incorporación del celular y del lenguaje audiovisual dentro del aula. Entonces me empecé a meter en ese mundo de la producción audiovisual con celulares y vi que en distintos países habían festivales de cine con celular. Noté que eso no existía en Argentina, y con esa idea me acerqué a una productora a la cual le súper interesó la idea, pero doblaron un poco la apuesta al no pensar solamente en el lenguaje audiovisual sino pensar en las distintas expresiones artísticas.
El año pasado estuvimos explorando el coding desde los dispositivos, el collage, los cortometrajes, y se fue transformando el proyecto. Ahí fue que vimos un poco la limitación del dispositivo, de quedarse con el artefacto tecnológico. ¿Cuánto vamos a seguir rondando en torno al artefacto y no a un movimiento que está en lenguajes súper ricos que existen en Internet? Vimos la fuerza de todo el movimiento, de los distintos lenguajes digitales y las distintas expresiones del proceso, y nos corrimos un poco del artefacto. Empezamos a querer meternos más en estas distintas expresiones, que abarcan desde el metaverso a la realidad aumentada, realidad mixta, coding, net art, imagine learning, inteligencia artificial, etc. Todo el mundo que está teniendo un espacio en lo que es la producción cultural y que está bueno darle un espacio desde la visibilización, desde la problematización, la reflexión y también como un espacio de formación.
Entonces desde ese sentido cuando decimos que Spam Arts es una plataforma, en vez de verlo como un festival y ya, es porque la intenciones o aspiraciones del mismo es como arrojar tres vértices, tres ejes. No es solo la difusión de estas obras, de estos lenguajes y expresiones, sino también la formación en estas disciplinas. Algunas están en mayor auge, pero otras todavía nos están ocupando como los lugares más hegemónicos dentro de la cultura, entonces es importante lo que es la formación, la difusión, y por último también la reflexión. Por eso siempre hay un espacio donde hay charlas, hay master clases, hay conversatorios, y más.

LLL: Cuando empezó con el enfoque en el arte hecho por dispositivos móviles, antes de expandir su foco, ¿qué fue lo que más te sorprendió?
FLOR: Por ahí tal vez por mi información y mi afinidad, lo audiovisual fue algo que llamó muchísimo mi atención. Por ejemplo, la edición pasada en que nos presentamos con un colectivo nigeriano llamado The Critics, que son unos pibes que hacen cortos de ciencia ficción con celulares. Después se fueron equipando con una compu para hacer los efectos, pero al principio lo hacían todo íntegramente desde el celular, lo cual era una locura.
LLL: ¿Cuál es la mayor diferencia en cómo existe Spam Arts este año en comparación a sus inicios?
FLOR: Aparte de la expansión de lo que cubrimos, este año lo estamos haciendo de manera más presencial. Aunque también va a haber instancias virtuales y bien creemos que es parte del ADN del proyecto también. Por ejemplo, estuvimos haciendo eventos donde desde el código artistas remixan imágenes que están dando vueltas en Internet. Ese taller es registrado para después generar como un tallercito a demanda en nuestra web, una pieza para que después quede colgado en la plataforma y la gente pueda ver desde cualquier lugar del mundo.
LLL: Buenísimo, eso es importante, porque efectivamente una de las cosas que cumple con toda esta movida de la virtualidad es esa desdibujación de las fronteras físicas, de las distancias.
FLOR: Exacto. Y este año en vez de pensar en un evento que sucede una semana o un par de días, lo estamos pensando en un proyecto un poco más a largo plazo, en el sentido de que dentro de esta división van a estar divididos en distintos eventos, en distintos espacios de la escena cultural de Buenos Aires. Por ejemplo, mañana vamos a estar en un espacio para juventudes en Capital, vamos a hacer un ciclo en Tecnópolis, y en marzo estaremos en el Centro Cultural Recoleta. Estamos hablando con distintos espacios de la escena cultural de Buenos Aires, en donde vamos a ir haciendo distintos ciclos, y cada ciclo tiene como un eje temático, desde el sentido de tipo de programación. Desde la muestra de obra hasta las charlas que se tomen, hasta también el tipo de talleres.
Sobre este eje, las distintas fracciones que van a haber desde la performance, el taller, los set de live coding y los set de música, las visuales, todo va a estar girando en torno a la corporalidad en el entorno virtual, entonces eso es como pensar: “bueno, ¿qué onda los territorios?”

LLL: Claro.
FLOR: El punto es pensar sobre las corporalidades digitales y cómo esta división obsoleta en qué es lo material y qué es lo virtual, esa dicotomía entre cuál es la realidad o cuál es la incidencia de los cuerpos en un espacio o en el otro, entonces bueno todo este ciclo trata sobre esto y posiblemente el próximo lugar en el que desembarquemos vamos a estar trabajando es sobre el manifiesto cyborg del Donald Hattaway, hablando un poco de la brecha tecnológica en el género, así que es como que cada desembarque en cada espacio trae consigo una programación que está tocando una problemática en sí, una temática.
Para mí lo interesante es que responden un poco al concepto de Spam, la idea de que irrumpe sobre escenas, sobre espacios en donde por ahí el arte digital no está tan instalado. Este año buscamos spamear distintos espacios de la escena, que sería distinto si sucediera en un solo lugar. Si vos desembarcas en distintos lugares es como si estás haciendo una acción comunicacional también más potente.
LLL: ¿Cómo te imaginas el futuro de Spam Arts?
FLOR: A mí me gustaría que se transforme, me lo imagino como justamente esta idea de la plataforma, que sea algo que esté como continuamente generando contenido de información, de formación, apelando a espacios que habiliten a perfiles académicos que puedan traer una reflexión profundo, mesas de debate, talleres, formaciones, muestras. Que sea una plataforma que esté generando continuamente actividades y contenidos de manera híbridas, tanto en espacios presenciales, como también virtuales.