To read the English version of this article, click here.
Escrito por el equipo de escritores musicales de La La Lista: Evy Duskey, Jorge Farah, Jamie Larson, Emilyann McKelvey, Ezequiel Mancilla, Pablo Pérez, Julián Alejo Sosa, Margaux Williams.
Hace aproximadamente un año, en nuestro video de resumen de fin de año, recordamos el que había sido uno de los años más difíciles de nuestras vidas y nos preguntamos qué nos depararía 2021. Ahora sabemos que no fue el regreso triunfal a la normalidad que quizás esperábamos, pero, como se predijo, la producción musical de Argentina continuó deleitándonos e inspirándonos durante todo el año.
A continuación, lxs escritores de música de La La Lista exponemos nuestras selecciones de los mejores álbumes locales de 2021. Y sí, estamos definiendo “local” como Argentina en su totalidad; y sí, nuestra definición de “álbum” incluye EPs y LPs, una distinción que sigue sintiéndose cada vez más arbitraria a medida que pasan los años.
Nos sentimos optimistas sobre lo que viene y estamos ansiosxs por ver cómo la producción cultural de este país nos sigue deslumbrándonos. Gracias por leer, nos vemos en 2022.
Agathe Cipres – Los límites
Agathe Cipres, originaria de Francia, pero residente de Argentina, ha lanzado uno de los EPs más emocionantes y únicos de los últimos tiempos con Los límites, un trabajo inmensamente gratificante. Como suele ser el caso con la mayoría de los grandes discos, el primer tema es inmediatamente convincente: “Presa” pone énfasis tanto en la estructura de la composición como en la calidad de la producción. La canción comienza con un arpegio de sintetizador pulsante con un estilo synthwave muy de los 80 y una tensión que crece a medida que la voz de Agathe rebota juguetona por las paredes de una guitarra ambiental. Esta tensión llega a un clímax dichoso y expansivo donde capa tras capa de trompetas y pads de efectos explotan sobre una percusión retumbante y lenta que termina por cerrar la idea.
Hay un montón de pequeños detalles como estos para aquellxs que disfrutan de la escucha activa. Los límites es una experiencia muy física que premia las escuchas repetidas, ya que el álbum (que ya había dejado una primera impresión memorable) continúa revelando sus secretos al oyente atentx.
Axel Xavier – Autosabotage
Axel Xavier apareció en nuestra revista no hace mucho tiempo para deleitarnos con su arte visual, pero el diseño gráfico no fue todo lo que hizo este año. Cuando su madre murió en enero, Axel quedó huérfano a los 21 años, con culpa, resentimiento, arrepentimientos, traumas no resueltos, responsabilidades familiares y la maldición de la pobreza intergeneracional sobre sus hombros. Tomó ese peso y lo depositó en Autosabotage, su EP debut, que consta de cinco canciones crudas sin filtro, desgarradoramente inspiradoras, escritas de una sola vez y grabadas todas en una tarde con la ayuda de amigxs (grabación y mezcla a cargo de Tomás Pojaghi, banjo interpretado por Cobcris y coros cantados por Emily And). El álbum encarna un espectro en el que la duda, el odio a uno mismo, el autocastigo, el perdón a uno mismo, el amor propio y la autoaceptación coexisten en medio de un torbellino de pensamientos, preguntas, emociones y recuerdos. Reafirma la convicción de escapar continuamente de la prisión del ego y dejar atrás el miedo y la confusión que genera. Un trabajo que busca encontrar una cura, enfrentarse a las sombras y comunicarse con las entidades divinas, existiendo en multiplicidad.
Sónicamente y líricamente, la influencia del cantautor Lo-Fi Daniel Johnston (en la portada del álbum, se puede ver el tatuaje de Hi, How Are You en su brazo derecho) y del grupo emo folk-punk The Frontbottoms es innegablemente evidente en Autosabotage. Otro aspecto curioso del disco es que cuatro de las cinco canciones están escritas en inglés, un idioma que Axel nunca estudió, pero que asegura haber adquirido a través de una especie de ósmosis cultural. Su uso del idioma tiene un sonido excepcionalmente natural, salpicado de una idiosincrasia creativa e innovadora que, lejos de sonar “extrañas”, es refrescante y agradable al oído nativo del inglés (confirmado por lxs hablantes nativos de inglés aquí en La La Lista). Por ejemplo, el nombre del álbum en sí, que es una especie de encarnación híbrida de la palabra española autosabotaje y la expresión anglosajona self-sabotage, que pueden o no anularse entre sí en una especie de reivindicación abstracta del yo verdadero, el yo superior, el yo perdonado: ese es el Autosabotage de Axel Xavier.
Bele – Desaparezco
Bele nos llamó la atención por primera vez con su tema “Todas las raíces”, un sencillo de su álbum debut Desparezco. Y la emocionante mezcla de elementos sonoros dispares en esa canción resultó ser una gran representación de un álbum que combina una amplia gama de sonidos para crear una experiencia auditiva completamente única. Desaparezco presenta capa sobre capa de voces que cantan melodías vocales inquietantes, sonidos interesantes de percusión y sonidos sintéticos y pianos disonantes. Una escalera real de sintetizadores hipnotizantes con graves escalofriantes y una sensación oscura que transcurre por debajo de todo.
Esta puede ser la primera incursión de Bele en lanzar música, pero la madurez que exhibe habla de una artista experimentada que trata cada creación como una receta refinada, donde cada parte intrincada tiene su lugar. La escasa instrumentación en los versos nos deja queriendo más, pero eso logra que el impacto de cada elemento sea aún más emocionante cuando se combina con sus letras. Este extraño brebaje convierte a Desaparezco en uno de los álbumes más interesantes que hemos escuchado en bastante tiempo.
Belun – El fin de la comedia
El cordobés Belun, cantautor y productor que ha colaborado con varios artistas de la escena local, lanzó su álbum debut El fin de la comedia en 2021; el álbum es una maravillosa mezcla de funk, indie rock, neo-soul y synth-pop. Rara vez permanece suficiente tiempo en una estética específica para calificarlo cómodamente como tal. Y esa es una de sus fortalezas.
Con colaboraciones con artistas como GULI y Mateo Morandin, Belun ofrece un álbum estimulante que se disfruta mucho de principio a fin. Desde el sonido indie-rock de los noventa en “No soy tuyo” hasta el hook sintético de principios de los 2000 en “Quemas”, el álbum consta de 22 minutos de sonidos interesantes y melodías cautivadoras.
BILOBA – El pulso de los días
Lxs cantautorxs son, ante todo, poetas; y lxs poetas son primero filósofxs. Van cosechando las metáforas y símbolos que dan vueltas por ahí, sintetizándolos y canalizándolos en algo que nos hace sentir o reconocer algún que otro aspecto de nuestra humanidad. A este respecto, El pulso de los días, el LP debut de la cantautora BILOBA, nos trae una propuesta amplia y profunda. A través de las 7 pistas que conforman el disco, nos plantea preguntas y sabidurías que pasan por el autodescubrimiento, la desconstrucción y la reconstrucción de ideas e identidades nuevas y viejas, cambiantes y fijas, internas, externas, eternas y fugaces; el constante desvanecimiento de la ilusión y su reencuentro con ella.
En este disco escuchamos a BILOBA (Lulú Tetelbaum) acompañada por su banda con arreglos engañosamente sencillos, con un sonido que se extiende desde un folk suave y divertido con notas de bossa nova (como en “Gente”) a uno más oscuro y pesado con elementos de grunge y punk (como en “Días compartidos”). Los contrapuntos vocales en el fondo nos recuerdan a las primeras obras de Joni Mitchell y se nota también una influencia artística de cantautoras contemporáneas de la escena local, concretamente Maria Pien, Lucila Pivetta y Daiana Leonelli. Después de esta entrada fuerte con su primer disco de larga duración, quedamos ansiosamente a la espera para escuchar las próximas obras de esta artista diestra y dinámica.
Carolina Donati – Arde
Hay pocas cosas más gratificantes que ver a una artista evolucionar con el tiempo. Cuando Carolina Donati apareció por primera vez en la escena, era una cantante y compositora acústica con tendencias folk. Pero en los últimos años la hemos visto con alegría expandir su paleta sonora, comenzando con su aporte para una compilación de Micro Discos y continuando hasta su LP debut, Lo que quedó. Su último y segundo álbum de larga duración, Arde, es una continuación de esa tendencia y una hermosa muestra de las fortalezas de Donati como compositora: su instinto por las melodías pop que impulsan cada pista hacia adelante, independientemente del género que decida explorar.
Desde el indie pop hasta el neo-soul, Donati explora la idea de lo que realmente es el amor, comenzando con el pegadizo synth pop de “Culpable” (con Jazmín Esquivel) y terminando con el sonido de cuerdas de acero de “Lo que viene después”. Otros temas destacados incluyen el vals a lo Santo & Johnny del tema homónimo del álbum, la canción “Otra vez” (que recuerda a The Suburbs de Arcade Fire de la mejor manera posible) y los tonos reminiscentes a El Mató en “Que raro es este lugar”.
Chacón Durañona Montes – Alto gato
Chacón Durañona Montes es un power trío de jazz fusión conformado por Julián Montes (bajo), Augusto Durañona (piano) y Juan Chacón (batería). Y sí, perdón, les spoileé el nombre del grupo. Sin embargo, y por suerte, la vanguardia no termina ahí. CDM no es solo una banda de jazz fusión, sino un proyecto que busca alcanzar nuevos horizontes y romper límites dentro del género (después de todo, eso es el jazz). Desde el principio, nos transmiten una energía muy particular que nos recuerda, en cierta medida, a un grupo de nu-metal adaptado al lenguaje del jazz, donde la versatilidad armónica y rítmica toma el protagónico. A nivel mezcla, el trabajo tiene una claridad sonora impoluta a cargo de Jonathan Vainberg y quiero destacar el diseño sonoro del bajo, ya que su growl y el lugar que ocupa en la mezcla le suman mucho a la energía del EP.
Si bien la propuesta parece ser más bien instrumental, no dudaron en ir por más y agregaron un rap de la mano de Montes. “Que se joda la pandemia, a distancia o como sea, no nos paró la histeria”, rapea en el único tema con voces del EP, “C D M” (al menos, en el protagónico, ya que, de vez en cuando, se los puede escuchar de fondo). Un grito de guerra a las dificultades que trajo el contexto mundial para la escena musical. También les recomiendo que vean su sesión en vivo para La Sala acá, donde se puede apreciar con mucha claridad esa dinámica orgánica entre los integrantes del grupo.
Cirilo Fernández – I K E
Si te gustan los acordes intrincados, las armonías que te hacen mover la cabeza hacia un lado como el meme que dice What? y las bases de batería que acentúan los lugares menos esperados, pero que, por alguna razón, te hacen bailar, este disco es para vos. Cirilo Fernández viene de publicar otros 3 álbumes con Fernández 4, un grupo de alto calibre dentro de la escena del jazz/rock/lo que sea. Como era de esperar, este disco nos entrega la misma calidad que sus trabajos previos. Además, cuenta con la participación de artistas reconocidos como Emmanuel Horvilleur, Julián Kartún, Julieta Rada, An Espil, entre otrxs, quienes le ponen voz a esta aventura de jazz, rock y, sí, adivinaron, lo que sea.
Un disco donde todos los instrumentos son los protagonistas, ya que siempre tienen algo interesante con lo que deleitarnos, y sin duda un viaje que se disfruta mucho desde el lado musical. Destaco la canción, “DETA” que cuenta con la participación de An Espil en las voces. Nos gustó tanto que la incluimos en nuestro último Resumen Musical Mensual, así que pásate por ahí a leerlo. Les dejo un jueguito a lxs músicxs y nerds musicales: ¿en qué canción aparece the lick? Es un disco de jazz, era obvio que iba a aparecer.
Clara Lambertucci, Tomi Porcelli & Matías Mendez – Era
Era de Clara Lambertucci, Tomi Porcelli y Matías Mendez (ex-De Menta) es una reflexión nostálgica sobre el pasado y una muestra de ardiente ambición hacia el futuro, todo en un álbum de 29 minutos. Uno puede captar de inmediato los sonidos mutados del rock progresivo argentino de los años 70 como Invisible de Spinetta y La Maquina de Hacer Pájaros de Charly García con un giro completamente nuevo. Temas como “Algo que ilumine” son un ejemplo de ello. Otras canciones como “Mariana” son simplemente una muestra asombrosa de maestría musical, con acordes que suenan abiertos, paisajes sonoros de sintetizador y un asombroso cambio de estructura de acordes cerca del final que lo eleva aún más. Una de mis favoritas es “Volcán”, una canción que escuché en su versión de guitarra en vivo que se convirtió en una balada apresurada (casi que un tango) impregnada por una sensación de tensión cada vez mayor que nos da breves respiros durante su solemne puentes de piano, pero finalmente entra en erupción durante el solo final. Cortesía de Piel Reloj.
Lo que también es bastante interesante sobre el álbum es que fue escrito y grabado sabiendo que no se realizará una gira. Son lo que podríamos llamar “one-and-doners”. Eso se traduce directamente en el tema de sus canciones: las letras de Era hablan sobre la banda y cómo ya ni siquiera pueden encontrar un nombre para llamarse a sí mismos. Es una hermosa exploración del abandono y la reconciliación con el proceso artístico y ¿a quién no le gusta ver un poco del “backstage” del proceso creativo?
DJs Pareja & Lupe – Nuestra forma
Nos encanta una buena colaboración y es una suerte que estos dos próximos álbumes sean colaboraciones alineadas alfabéticamente. En este caso, el dúo formado por Diego Irasusta y Mariano Caloso (más conocido en la música electrónica argentina como DJs Pareja) decidió unir fuerzas con la cantante Lucía Pejuskovic (más conocida como Lupe) después de seguirse en las redes sociales. La pareja se enteró de Lupe después del lanzamiento de su álbum debut y quedaron inmediatamente impresionados por el talento y la visión creativa de la joven artista. Poco después de seguirse, los mensajes empezaron a volar.
Y el resultado final es Nuestra forma, un excelente EP que muestra el talento particular de ambos artistas. Con ritmos cinéticos de techno que hacen un uso inteligente del “found media”, y la voz de Lupe distorsionada que parece algo más que humano, Nuestra forma es un álbum que se siente vibrante y con visión de futuro. Es una colección emocionante que no habría existido si no fuera por el poder de las redes sociales. Solo por hoy diremos: ¡gracias, Zuckerberg!
Damsel Talk & Nicolás Boccanera – Peppermint
La intérprete británica Jennifer Moule, más conocida por su alter-ego artístico Damsel Talk, ha emocionado al público con su extrañeza elegante e implacable desde hace varios años. Y aunque su sonido ha pasado por varias iteraciones, desde las canciones inspiradas en el folk y el soul de su EP Fe Fi Fo Fum de 2017 hasta la exploración de jazz más exuberantemente orquestada de Darling Darling and Other Stories de 2019, nunca ha sonado tan en control como lo hace en Peppermint, su nueva colaboración con el pianista Nicolás Boccanera.
Boccanera, un pianista de jazz tremendamente talentoso, está igualmente involucrado en la creación de estas canciones conmovedoras, por momentos inquietantes, y siempre profundamente melodiosas que componen Peppermint. Desde la majestuosa composición para piano inspirada en Bach de “When You Love Rancho” (que da paso a una de las ejecuciones vocales más viscerales de Moule, pasando de un tono acusador a pleno pulmón, a una serie de chillidos y gorgoteos) hasta el jam disonante al final de “You Are a Chaos” y la balada de jazz empapada de whisky “Sonnet 147”, realmente no se sabe a dónde irá este álbum, y esa es una de sus fortalezas clave.
Deportivo Alemán – Negroless
Salvo la canción que da nombre al EP, todas las canciones de Negroless de Deportivo Alemán tienen números por título. Curiosamente, parece apropiado para una banda cuyo nombre hace referencia a un país que a menudo es sinónimo de eficiencia y precisión. Sin florituras ni adornos de ningún tipo, solo números. Deja que la música hable por sí misma. Creo que no es una coincidencia que los títulos de las canciones hagan referencia a cuando teníamos 20. Un sentimiento de nostalgia impregna a todo el EP; el anhelo por esos años de formación en los que todxs estábamos ingenuamente intentando resolver las cosas mientras perdíamos lentamente nuestra inocencia.
Desde el fascinante loop de batería en “Veintitres” y el lento “Negroless”, hasta el synthpop gótico de “Veinticuatro” y el estallido de krautrock directo de “Veinticinco”, los nativos de Temperley nos llevan en un viaje musical que parece una especie de ritual de iniciación. Negroless es una escucha gratificante que también se siente como un ejercicio de estilo en el que la banda navega sin esfuerzo a través de una plétora de géneros, solo para desaparecer en el éter después de cerrar el álbum con “Veintiseis” y sus guitarras en cascada.
El Doctor – FAFA
A pesar de tener una trayectoria de casi dos décadas en el under y haber amasado una cantidad importante de seguidores de culto que lo bancan a muerte, El Doctor, también conocido como “el más real”, ha sido repetidamente empujado a los márgenes de la escena nacional. Quienes realmente entienden lo que hace defienden ferozmente su maestría artística (somos el 1%) mientras lxs desentendidxs o aquellxs que no están listxs para dejar al lado sus prejuicios superficiales, expresan reacciones a su música que van desde el divertimento, la confusión, el ofenderse o hasta el puro asco. Pero así lo queremos. El Doctor, un rapero bien punki y pionero del drill (un subgénero de trap caracterizado por su onda oscura, hardcore y punk, y sus letras violentas y siniestras) en Argentina, nos trae Fafa, un disco que cuenta con la participación de 16 productores distintxs y 7 artistas invitadxs. Consiste de 15 pistas con letras mayormente improvisadas, que pegan duro como la ricarda y oscilan entre el rap, el trap y el rock, así como un par más al estilo balada que demuestran el lado más sensible del artista.
Fafa es un disco que tardó mucho en llegar y contiene temas que se remontan a 4 o 5 años atrás, época en la que El Doctor por primera vez llegó a la notoriedad cuando su canción “30 mil pe$os” se viralizó en YouTube. El único e inimitable genio lírico de El Doctor logra entretejer el enojo y cansancio de vivir bajo la represión sistémica y la discriminación, con las temáticas de la droga, el sexo, las armas, la ideación suicida y las realidades más crudas y vulgares de la pobreza y la vida pandillera, para crear un tapiz poético que transmite un mensaje de perseverancia, lealtad, honestidad, autenticidad, unidad, originalidad, coraje y sobre todo, amor, encarnando la verdad inspiradora de que el entorno y las circunstancias personales no definen lo que sos y lo que tenés para ofrecerle al mundo.
Emily And – Spilling the porotos
La inmensamente prolífica cantautora Emily And nos sorprendió con el lanzamiento de su último álbum Spilling the porotos. Aunque no somos ajenos a la música de Emily And, este álbum es quizás su esfuerzo más ambicioso y centrado hasta la fecha y ofrece un hábil cambio de ritmo en su sonido. Si bien no faltan los temazos pop como “Flasheando amor” y “Hay universos que son solo para vos”, Emily And se sale de lo común con temas atmosféricos como “If You Don’t, I Won’t” o el feroz e inesperadamente abrasivo “El gato muerto (la re vivió)”.
La fuerza clave del álbum radica en su sinceridad. Echamos un vistazo a las luchas más personales de Emily And, sus deficiencias y sus fortalezas (como en “Ojalá”) con franqueza. En términos de sonido, Spilling the porotos expande sobre lo que se puede llamar “bedroom pop” y lo eleva a un género completamente diferente con elementos de punk rock, jangle pop e incluso algunas secciones de synth-pop. Es refrescante y estimulante ver a lxs artistas dar un nuevo giro a las convenciones del pop tradicional. Aprecio mucho las melodías extremadamente pegadizas que no dejo de tararear, así como también las secciones arriesgadas y melódicamente desconcertantes de esta aventura.
Fervors – Grey Age
El grupo argentino/estadounidense de dream-pop Fervors está de regreso con Grey Age, la continuación de su EP Ortúzar de 2018. Y aunque habita aproximadamente en el mismo espacio estético y continúa explorando la sección transversal entre lo etéreo y lo oscuro, este disco se enfoca en ser más. Más intenso, más melódico, más pegadizo. Más ornamentación, pero también más crudeza. En la canción de apertura, “Looking Glass”, hay una sensación de urgencia y determinación ausente en el trabajo anterior de la banda, con la cantante Evy Duskey sonando como si estuviera temblando con rabia mientras descarga la rápida caída de la letra de la canción.
El tema “Gray Age” es probablemente la canción más pop que haya escrito la banda y, fiel a sus tendencias, está en tiempo de 6/4 y presenta un hook de guitarra que suena muy a math-rock. El furtivo “Eyes On Me” suena como algo que se le pudo haber ocurrido a Radiohead durante la grabación de In Rainbows, pero que dejaron de lado por ser “demasiado bonito”. Y el tema de cierre “Canyons” alcanza alturas de intensidad emocional que la banda solo había insinuado antes; al final de la canción, sentís que tenés que tomarte un segundo para recomponerte si tenés alguna esperanza de seguir con tu día de trabajo.
Fransia – Mundo virtual
Previo al lanzamiento del segundo álbum de Fransia, Mundo virtual, el grupo lanzó una serie de videos con la integrante de la banda Francisca Moreno Quintana explicando una serie de conceptos filosóficos y espirituales que, a decir verdad, nos recuerdan un poco a aquél video viral de TikTok. Cada video corresponde a una de las ocho canciones del álbum, ampliando sobre sus temas y proporcionando un contexto interesante para su exploración temática.
Sin embargo, no se necesita ninguna explicación para el festival de melodías pop que exhibe Mundo virtual, un álbum que suena como una compilación de Grandes éxitos de una banda que existe hace más de una década. Desde el pop four-on-the-floor de “Amor perfecto”, al suave y sedoso after-party de “Perder todo”, hasta el desfile de melodías que recuerda a CHVRCHES en “Todo me da vueltas”, este es un álbum de synthpop rico con muchas capas y profundamente convincente. Trata algunos temas filosóficos, pero también quiere hacerte bailar.
Gativideo – BOUTIQUE
Hot take: Gativideo es fácilmente la banda más divertida de Buenos Aires. El grupo domina el estudio y el escenario con una arrogancia llena de vibraciones disco mientras personifica algunos de los elementos clave del género japonés del “city pop”, especialmente en su último álbum BOUTIQUE. La música es enérgica en todo sentido, con líneas de sintetizador estúpidamente adictivas, melodías pegadizas que llaman a tu oído, líneas energizantes de percusión y un exceso de alegría en todo momento.
“On Point” abre el álbum con tanta energía que me dejó preguntándome cómo podrían superarlo. El disco está bellamente curado, luego salta a “Plutón”, que trae sintes exuberantes y líneas de bajo sucias con un ritmo despojado. Una de las pistas más extrañas, pero fácilmente una de mis favoritas es “Cine shampoo”, una pista que es simplemente imposible de describir. Comienza con una especie de guitarra estilo bluegrass que domina el primer verso antes de saltar a la extravagancia de una discoteca psicodélica en el coro. Solo algunos de los aspectos más destacados incluidos en este increíble álbum.
Gladyson Panther – Pop del futuro y del presente
El ambicioso tercer álbum de Gladyson Panther no pierde el tiempo dejando bien en claro que las cosas van a ser un poco diferentes esta vez. Atrás quedaron los riffs de guitarra indie arpegiados y los desordenados sonidos de batería. En cambio, nos recibe el sonido de un 808, seguido poco después del cantante aceptando una bebida y tomando un trago justo antes de lanzarse a un verso de rap. No pasa mucho tiempo antes de que estemos en el ambiente ondulante de “El que dice la verdad”, o el diss track “Copypaste” (una fuerte critica al esquema de pagar-por-streaming y cómo puede ahogar la originalidad artística ).
El impactante hiper-pop de “Te vi y no te saludé”, la progresión de lo etéreo a la brutal distorsión en “Melancolía del futuro” y el dembow en cámara lenta de “Zendaya” (que sirve como la pista del cuasi-título del álbum), Pop del futuro y del presente es una exploración fascinante de las posibilidades de la estética de la música urbana cuando se mezcla con elementos de ambient, shoegaze, híper-pop e incluso dubstep. Suena como un artista joven jugando con la forma y, al igual que otros álbumes de ese estilo, es fascinante escucharlo.
Javi Punga – El último primer día
Novena entrada de la serie colaborativa de álbumes El Club del Lo-Fi, el nuevo lanzamiento de Javi Punga, El último primer día, ruge y se resquebraja con una urgencia que se siente portentosa de los tiempos bizarros en los que vivimos. Lo vemos en el sorprendentemente oportuno “Covid Surf”, una canción que destacamos como uno de nuestros lanzamientos favoritos de septiembre. El tema logra aproximarse con éxito a la sensación de rebotar alrededor de un moshpit sudoroso, incluso mientras lo escuchas desde los confines de tu habitación con aire acondicionado. “Bedroom Grunge” presenta un riff saturado lo suficientemente grande como para hacer sonrojar a Mudhoney. Y en “City Pop” el sonido valvular de guitarra suena tan fuerte y directo que prácticamente puedes sentir las cuerdas de calibre grueso a punto de romperse.
Las voces se oscurecen deliberadamente en todo momento, y el oyente solo capta alguna que otra palabra, dejándote con una impresión vaga de lo que realmente trata cada canción. Es desordenado, abrasivo y así nos gusta.
Jazmín Esquivel – Medianoche Radio Club
Si alguna vez hubo un título de álbum que capturó a la perfección la vibra y el sonido de la música, ese es el segundo trabajo de Jazmín Esquivel, Medianoche Radio Club. Una colección de canciones sedosas, urgentes y oscuramente seductoras con una sensación real de after-hours, las canciones tratan sobre el deseo, la dinámica de las relaciones y los altibajos de una noche de fiesta donde las líneas se vuelven borrosas y las lealtades cambian a medida que avanza la velada. Un giro brusco en relación al anterior álbum de la cantante, Púrpura, que también llegó a nuestra lista de álbumes favoritos de 2018. Medianoche Radio Club está lleno de excelentes pistas con arreglos pensados alineados con el núcleo temático del álbum.
“No puedo volver” es una melodía tensa que gotea ansiedad y anticipación, evolucionando gradualmente hacia una sucesión de sílabas y líneas vocales superpuestas. “Todos quieren algo de mi” funciona de manera similar, construyendo desde una línea de sintetizador evocadora hasta una explosión de múltiples capas de ritmos y melodías. “El chico de la película” es un ejemplo más directo (pero igual de efectivo) de synth-pop. “Una mierda” suena como un par de boxeadores dando vueltas en un ring antes de lanzarse a una pelea. Hay mucho en lo que profundizar en este álbum magistral que evita muy hábilmente la “maldición del segundo disco” yendo en una dirección completamente diferente.
Juan Bayon – Silencio ensordecedor
Debido a la capacidad única de la música de colocar al oyente en un espacio emocional específico, funciona tremendamente como un marcador de la propia vida del artista: una captura emocional, si se quiere, del período en el que elaboraron la música. En este sentido, Silencio ensordecedor de Juan Bayon funciona como una cápsula del tiempo de un momento muy específico en la vida de Bayon: el período entre el nacimiento de su hijo a fines de 2019 y el fallecimiento de su padre a principios de 2021. Este fue el período en el que Bayon compuso las canciones del álbum, y ese sentimiento de conmoción recorre las composiciones.
Pero, por supuesto, la música no solo sirve para describir la propia experiencia del autor; cada álbum es parte de un todo más amplio y sirve para comentar (y avanzar) la escena musical de la que forma parte. Como tal, Silencio ensordecedor también sirve como una captura del estado actual del jazz argentino. Desde la excursión 7/4 de “Poetas menores” hasta el magnífico, dinámico y contemplativo “Tres fresnos dorados” en dos partes, hasta la pista que cierra el disco (una reversión solo en contrabajo de “23 de Agosto”), Silencio ensordecedor es una experiencia auditiva ricamente gratificante de un maestro en su oficio.
La Piba Berreta – Golpe de (M)suerte
Cuando alguien pasa de ser miembro de una banda a ser solista, siempre es interesante ver en qué dirección van. ¿Dan un giro brusco lejos del sonido de su grupo anterior? ¿O se enfocan en las sensibilidades que lxs hicieron notables en primer lugar? En el caso de La Piba Berreta, antes en Los Rusos Hijos de Puta, la respuesta es que, de alguna manera, logra hacer ambas cosas. Su álbum Golpe de (M)suerte es una exploración de 10 canciones a través de un ruido extravagante y desenfrenado, a veces agresivamente disonante y otras innegablemente juguetón.
En nuestra entrevista con ella, La Piba Berreta destacó que Golpe de (M)suerte es una especie de álbum conceptual sobre su propia percepción de sí misma. Con sus salvajes cambios de tono y letras coloridas, tiene perfecto sentido en ese papel. Ligeramente atonal e implacablemente único, el álbum en su conjunto es perfecto para mover los brazos mientras manejas en bicicleta por las calles casi vacías justo antes del toque de queda todas las noches.
Mariana Michi – Hijo de campeones
¿Hay algo más emocionante que escuchar a un artista involucrarse completamente con sus impulsos más juguetones con total abandono? Cuando se acompaña de talento y un oído discernidor, los resultados tienden a ser reveladores. Este es el caso de Hijo de campeones, que juega con romper patrones y tradiciones en más de un sentido. Evitando sus anteriores composiciones de guitarra para enfocarse en los sintetizadores y baterías programadas, la composición de Michi aquí está más viva y vibrante que nunca.
Comenzando con el riff de guitarra distorsionada de “Ilusión Tauro”, Michi lucha entre la idealización y el reconocimiento de sí misma, con un toque ligeramente oscuro. A esto le siguen los sintetizadores arpegiados de “No sentir nada”, una pegajosa canción de resolución que refleja el alivio agridulce de la curación posterior a la ruptura: “la angustia se alivió / pero se siente tan raro / no sentir nada”. La cacofonía de vientos electrónicos y sonidos sintéticos en “New Age” acompaña a Michi en su forma más traviesa, con el coro distorsionado de “¡Respira, acepta!”, girando el mantra en su cabeza. ¿Quién dijo que la evolución tenía que ser pesada?
Pero los giros y vueltas pegadizas no terminan con los singles. Una fructífera colaboración con Rocío Itarrualde nos da el funky de discoteca: “Enero”, el tipo de canción que te imaginas bailando en la playa en un video musical de finales de los 2000… de la mejor manera posible. “ENTRE ROSAS” continúa esta tendencia retro, con los aplausos y las risas del micrófono sintiéndose como una producción de Timberland más sofisticada: como un “bringing sexy back”, pero más raro. El álbum abraza esta extrañeza alegre hasta el final, con el loop de guitarra escalonado de “Borracheira”, voces distorsionadas y ritmos al estilo trap que nos recuerdan que este es su show y nosotros somos su público. Está bien por nosotros. ¿Dónde nos anotamos para el próximo?
Medalla Milagrosa – Onda Mental
La vara estaba bastante alta luego de Fantasía Peligro (2018), el álbum debut de Medalla Milagrosa, pero el quinteto de alguna manera se las arregló para dar un paso adelante con su segundo LP Onda Mental. Producido por Ignacio Castillo, la mente maestra detrás de Temporada de Tormentas, el disco se siente como una versión en realidad aumentada de la primera parte de su catálogo, haciendo énfasis en las texturas reverberantes y las melodías que ayudaron a darle forma a su sonido. Incluso si realmente no trae mucho nuevo en términos estéticos, siempre es fascinante seguir la evolución de una banda. Y Onda Mental suena como una banda en su pico creativo.
Melanie Williams & El Cabloide – Somos 2
La continuación de Comprensión1 (2019), Somos 2 de Melanie Williams y El Cabloide continúa el interés del grupo por encontrar los lugares comunes entre los sonidos etéreos y la energía funk. Esto es evidente en el primer tema del álbum, “Mikelbjork”, que comienza con ricas y cálidas cascadas de guitarra arpegiada; el primer movimiento es un río caleidoscópico de melaza de jazz-funk con melodías pop. El ritmo continúa durante dos minutos antes de que se interrumpa suavemente con una entrevista sampleada a Bjork donde la famosa cantante islandesa reflexiona sobre la Navidad e Islandia. Las cosas suben de intensidad en el estridente outro, donde la voz de Melanie lo trae todo de vuelta a casa, respaldada por una pared de guitarras y tambores bailables.
El resto del álbum es igualmente interesante, con la exploración rítmica llevada más lejos en “Denadie”, que pasa de un ritmo de Motown a un sonido casi de chiptune. La canción “Somos 2” muestra la propensión del grupo de tocar en pantalla completa, con una línea de bajo que difícilmente puede ser contenida por los contornos armónicos de la canción. Las muestras vocales, los acordes entrecortados y una gran cantidad de reverberación hacen de este álbum una experiencia perfecta de principio a fin.
Milagros Majó – Füryü
Milagros Majó irrumpió en nuestro radar con la canción “En los bosques de álamos plateados”, una de las melodías más hermosas que han salido del panorama local en la memoria reciente. El álbum que lo acompaña, Füryü, fue lanzado este año. Afortunadamente, no defrauda, cumpliendo con el alto estándar establecido por la pista mencionada anteriormente. De hecho, nos atreveríamos a decir que el álbum supera las expectativas al incorporar aún más sonidos de una amplia gama de géneros, todos anclados por la producción cinematográfica del álbum y la expresiva voz de Majó.
Entre la colección de canciones que existen en el espacio entre lo etéreo y el folk arraigado se encuentra “Ópalos”, que continúa la exploración de Majó de la naturaleza como musa y dispositivo metafórico. Esta hermosa composición se basa en un bello acompañamiento instrumental y la asombrosa habilidad de Majó para transmitir emociones con su interpretación vocal. “Cielo claro” es una canción absolutamente única que te lleva a un viaje sonoro y emocional; y “Kyanos”, una canción de cuna impulsada por instrumentación africana, es completamente diferente a cualquier otra cosa que hayamos escuchado. Asegurate de chequear nuestra entrevista con este talento absolutamente único.
Pasajero Luminoso – Pujol
A veces nos encontramos con álbumes que existen en un espacio nebuloso entre los lanzamientos iniciales, cuando se dieron a conocer al mundo por primera vez en un formato un año y luego en un formato diferente al siguiente. Tal es el caso del grupo instrumental Pasajero Luminoso y su último lanzamiento, Pujol. Por lo que podemos entender, inicialmente se lanzó digitalmente a fines de 2020, luego se lanzó físicamente a principios de 2021 y finalmente llegó a la mayoría de las plataformas de streaming en abril. Independientemente, estamos tratando este excelente álbum como un lanzamiento de 2021.
El cuarteto trabaja con una variedad de sonidos que tienen fuertes matices de chacarera local, tango, rock y jazz. “Bizcochuelo maravilla” es la primera canción del álbum y sirve como una gran introducción a la banda, no solo porque tiene un nombre asombroso, sino también por su estética. La canción comienza con una guitarra limpia que marca el tono, con un tambor y un piano uniéndose a la mezcla, mientras que el bajo toma la iniciativa y entrega una melodía en la que el resto de la canción continuará desarrollándose. Progresa hasta que nos presentan dos exquisitos solos de piano y guitarra. El resto del álbum es igualmente interesante, jugando con formas y texturas de una manera que fascina al oyente.
Paula Trama – En vivo en el Xirgu
Paula Trama se ha especializado en explorar las verdades emocionales crudas en la canción y su banda Los Besos se ha utilizado durante mucho tiempo como una herramienta eficaz para explorarlas. Cuando nos enteramos de que lanzaría un álbum que consistiría en interpretaciones íntimas de varias canciones de su catálogo, nos emocionamos. La colección resultante, En vivo en el Xirgu, es todo lo que podríamos haber querido y más. Trama despoja estas canciones hasta la médula y las presenta sin adornos y ordenadas, solo voz y piano.
Aplica este formato a temas de sus diversos proyectos, entre los que se encuentran colaboraciones como “Los días que no estás” de Ubicación en tiempo real de Barbi Recanati. Canciones como la dulce “Helados verdes”, que es una colección de recuerdos magníficamente melódica, adquieren una conmoción completamente nueva en esta presentación básica. En vivo en el Xirgu es un gran ejemplo de un “álbum de estado de ánimo” y una fantástica colección de actuaciones de uno de las mejores compositoras de la escena musical local.
Pequeño Bambi – Pequeño Bambi
Puede que Pequeño Bambi recién haya lanzado su primer álbum de larga duración, pero el grupo existe desde hace más de 16 años. La banda trae una mezcla única de energía punk rock con una teatralidad exuberante que es más que refrescante. Su álbum debut homónimo, lanzado por Goza Records, se abre con una versión punkificada y alegremente confrontativa del éxito de los 80 de Alaska y Dinarama, “A quien le importa”, que marca la pauta para el resto del álbum.
Sí, este álbum se compone de versiones punk de varios éxitos radiales. Pero no, esto no es Me First and the Gimme Gimmes. El grupo infunde una justa ira punk rock en cada una de sus versiones. Por ejemplo, escuchá la segunda canción, su emocionante versión del clásico pop de los 70 de Jeanette, “Por qué te vas”. Alternando entre versos vagamente teñidos de ska y coros de acordes potentes, el grupo logra convertir la canción en un delirio absoluto mientras mantiene la delicadeza vulnerable de su melodía quejumbrosa. Una versión lista para el mosh pit.
Rudo – La nueva suavidad
Como líder del amado grupo de rock indie ChauCoco!, Rodrigo Ruiz Díaz participó en la elaboración de algunas de las canciones más memorables del indie rock argentino. Ahora como solista, su sonido como Rudo es más accesible y, de alguna manera, más extraño que nunca, con efectos de sonido de glitcheado y distorsión que a menudo cortan el brillante sonido pop para hacerlo más oscuro y raro. “Ahora que nos duele”, por ejemplo, mi canción favorita del álbum, a veces suena como una melodía de Prince, una melodía de funk-pop descaradamente pegadiza. Pero en todo momento, hay un efecto armonizador de octava en la voz de Ruiz Díaz que le da un toque más oscuro, decididamente inhumano (por supuesto, el propio Prince no era ajeno a aplicar efectos a su voz para hacerla sonar mucho más extraña).
Hay muchos toques como esos esparcidos por La nueva suavidad, donde se aplican efectos de producción para amplificar el sonido ligeramente sobrenatural de una canción. Las canciones en sí son lo suficientemente fuertes como para soportarlo, ancladas en la ingeniosa y melodiosa composición y las interpretaciones vocales de Ruiz Díaz. La nueva suavidad es un fantástico disco debut de una voz importante en la escena independiente local. Estamos contentxs de tenerlo de regreso.
Telefonema – Mitad Metade
Nos encanta Telefonema por la irresistible oscuridad de su sonido, por la forma en que entretejen imágenes abstractas en los paisajes sonoros laberínticos que crean con cada canción, por su uso de tropos post-punk como elementos para distorsionar y destruir con el fin de crear algo nuevo, en lugar de como una plantilla a la que quedarse confinado. Su oscuridad se siente ganada y sincera de una manera que elude a muchos artistas del género. Los espacios emocionales que crean se sienten genuinamente nebulosos, no solo nublados por una máquina de humo.
El último álbum del dúo de synth-pop, Mitad Metade, es una gran destilación de lo que los hace atractivos, al mismo tiempo que sirve como un paso más en su evolución musical. Después de que el dúo realizó una gira por Brasil, su regreso a Argentina coincidió con el advenimiento del aislamiento social; terminaron inspirándose en las vistas que vieron durante la gira, así como en los sentimientos de incertidumbre y pavor que dominaron los pensamientos de todxs durante los meses más duros de la pandemia. Canciones como la suave “Leme” y la angustiada “El Nuevo Arte” dan una idea del amplio abanico sonoro presente en este excelente lanzamiento del grupo.
Willy Fishman – ¡Guachi Guau!
Más arriba en esta lista, cantamos las alabanzas del grupo de pop-disco Gativideo. Uno de los miembros de la banda, cofundador, cantante, guitarrista y talento de la escritura, Willy Fishman, se tomó el tiempo para continuar con el impulso y dar un paso al costado con su propio proyecto en solitario, cuyo resultado fue el explosivo ¡Guachi Guau!. Ciertamente, se siente como después de años de perfeccionar y elaborar su escritura, Fishman ha utilizado este álbum como una oportunidad para explorar y aventurarse en temas más locos y caóticos mientras sigue brindando una experiencia lúdica y divertida para el oyente en todo momento con un valor de producción que recuerda al obras del fallecido Andrew Weatherall.
Capas sobre capas de samples perfectamente sincronizados llenan de sorpresas cada pista, con fuentes a veces un tanto ambiguas que la convierten en una especie de búsqueda del tesoro. Mientras tanto, Fishman rocía su voz a lo largo de las pistas sin forzarla a ocupar un lugar destacado, sino utilizándola como otro instrumento melódico para construir desde la base de cada pista individual. El álbum hace un uso colorido de la panoramización estéreo con gran efectividad, especialmente durante el comienzo de “Sticker de la amistad”, donde la introducción de olas rompe suavemente en la transición a ritmos, sintetizadores y scratch. Además, hay algo que decir sobre la estructura y el diseño del álbum con “¡Dale Rosca al Tocadiscos!” comenzar con tal entusiasmo que es como tomar 3 tragos de tequila en la previa y preparar el ambiente para el resto de la noche, con “Volverte a Ver” que se siente como la vuelta a casa en taxi, mientras disfrutamos de los eventos de la noche, otorgándole el cierre perfecto a uno de nuestros lanzamientos favoritos del año.