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Jamás me voy a olvidar de la primera vez que escuche a Elody Depréz. Habiamos conseguido una de nuestras primeras tocadas con mi primera banda allí por el 2013 y Elody paveó un poco tocando Reckoner de Radiohead antes de su set. Yo estaba armandome un faso del prensado mas rancio del mundo en nuestro camerino improvisado (aquello que en realidad era una sala de conferencias de un Sportcenter en algun de San Isidro). No había monitores para escucharnos, la batería estaba mal ubicada y los cables se enredaban alrededor de los tobillos de todes sobre los azulejos brillosos de la sala. Aún así, habia escuchado el mas impresionante, atmosferico y bien ensayado cover de esa canción al dia de la fecha.
No volví a saber de Elody Depréz. Sus redes sociales están totalmente muertas y cualquier fragmento de información sobre lo que fue de los miembros de la banda me llevó a calles sin salida. Todo eso me dejó con un sabor agridulce en la boca, el saber que la grandeza nos rodea pero no toda tiene la exposición que se merece. Se sintió como esos 2 segundos luego de que uno despierta del sueño mas maravilloso solo para darse cuenta de que se ha ido para siempre y uno ha olvidado casi todo lo que ocurría— pero se puede recordar vividamente cómo se sentía. No se pueden precisar exactamente qué eventos pasaron, pero la emoción perdura en el fondo de la mente solo para resurgir inesperadamente como una ola de nostalgia refrescante. En momentos así, no se puede hacer mas que sonreir y pensar “¿Qué hubiera pasado si…?”.
Lamento mucho decir que las tres bandas de las que hablaré en este articulo, ya no están con nosotres, pero siento una autentica dicha de traerles 3 panegíricos para 3 bandas de las que no habías oído hablar y de las que probablemente no volvamos a saber más en el futuro:
Elody Depréz
Elody Depréz balanceaba baladas atmosféricas y desesperadas con viejo y confiable rock and roll. Su primer y ultimo EP homónimo quedará como un testamento de eso mismo, una huella sónica en nuestros corazones. Hay temazos como At The Right Time, una canción energética y catártica que cuenta con estrofas con tiernos falsetes que le dan esa cantidad justa de liberación y frescura. También está el anhelante y doloroso Dear Log, una entrada de diario acerca del aislamiento propio, la frustración y la sensación de no encajar. Las guitarras cascadeantes y las voces inmensas elevan el track a niveles de epicidad propias de un Radiohead de la era de The Bends pero con una vuelta de tuerca en cuanto a capas de instrumentación. Solo Dios sabe qué ocurrió con elles. Pero, aunque irán desapareciendo paulatinamente de nuestra memoria colectiva, su música aún vivirá conmemorada junto a estas modestas palabras.
D.I.E.T.R.I.C.H.
¿Saben que me da bronca? Que toda banda argentina de post-rock o se separa luego de tocar en vivo algunas veces sin dejar nada grabado, o lanzan un par de tracks para luego desaparecer en las tinieblas. Si tuviese que elegir entre alguna de estas dos tristísimas opciones, preferiría ir con la última. Tal es el caso con D.I.E.T.R.I.C.H., una banda de post-rock/ambient que solamente lanzó un EP y un álbum en 2010 y en 2014 respectivamente antes de regalarnos una absolutamente grandiosa sesión en vivo y luego desaparecer para siempre. Las encantadoras y distantes voces modificadas con un pitch-shifter, el enorme y amenazante bajo saturado de fuzz, las olas y olas de distorsión durante el crescendo… Podría sentarme acá y enumerar cada cosa que D.I.E.T.R.I.C.H. hizo bien a lo largo de su corta carrera. Pero antes de seguir y seguir haciéndolo, simplemente diré que estoy contento de que su material este disponible en plataformas de streaming. Una pieza tan integral de la huella del post-rock argentino en el mundo se hubiera perdido de lo contrario.
Piel de Polen
Tal vez, la banda precursora del indie mas infravalorada de la historia del genero, Piel de Polen fue una banda de rock experimental oriunda de Mar del Plata que lanzó un manojo de discos desde su origen en 1997 hasta su subsecuente separación en 2004. Muy poco se sabe sobre la elusiva banda excepto que tocaron algunas fechas esporádicas aquí y allá en Mar del Plata, que supuestamente lanzarían un álbum “in memoriam” en 2019 pero tal álbum nunca llegó. Decir que me devastó descubrir esta banda a la vez que me enteraba que ya no hacen música juntes sería una subestimación de los hechos. Pero he aquí mi opinión para despertar el apetito de les curioses: piensen en un Sonic Youth súper relajado mezclado con algo que Duster haría después de haber escuchado Souvlaki de Slowdive durante un par de días. Hay copiosas cantidades de capas sobre capas de adornos instrumentales, líneas vocales entrelazadas y crescendos profundamente movilizadores que fluctúan intermitentemente a medida que los tracks fluyen uno hacia el otro sin que uno se percate. Interludios de sintetizadores se mezclan con guitarras texturadas que suenan casi como un soundtrack de película mientras que gélidos y agudos arpegios de teclado están diseminados por todo el álbum. Bienestar, su ultimo álbum de estudio es una obra maestra absoluta que reboza de nostalgia y viñetas sepia de la vida mundana. Escúchenlo de inmediato.