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Bienvenidxs nuevamente a Ltd. Edition, el rincón mensual de La La Lista donde les acercamos las producciones nuevas más interesantes del cómic independiente argentino. En esta ocasión quiero charlar sobre dos obras que se editaron en los últimos meses, Campamento Negación de Paula Sosa Holt y Banzai de Femimutancia. Ambos trabajos han sido elegidos porque tienen en común el juego que crean entre el mundo de los sueños y la fantasía en su relación con los pesares del mundo real, desde maneras tan distintas entre sí como fieles a los estilos autorales que lxs representan.

Campamento Negación nació de un trabajo experimental por parte de su autora: entrelazar el imaginario de sus poemas con un relato gráfico sin diálogos, una especie de travesía onírica similar a las que se hallan en los libros-álbum infantiles creada en medio de la exploración de la autora realizando los dibujos con tinta china.
Si bien Paula Sosa Holt había realizado anteriormente fanzines complementando pequeñas poesías con ilustraciones, en esta ocasión se ve un trabajo más profundo: en las páginas ilustradas, seguimos a una muchacha que despierta en una especie de bosque mágico, encontrando amigues fantásticos con quienes avanza en su travesía como Dorothy en El mago de Oz. Al lado de cada página de esta historia, encontramos un poema de la autora que podría ser en algunos casos el estribillo de la canción pop más triste que hayas escuchado, en clave con el desamor y la angustia existencial.

En este juego de lectura se genera una experiencia de doble exposición, los dos universos que parecen distintos a simple vista van alimentándose uno del otro. Los relatos sobre la procrastinación, el sentimiento de querer postergar todos los planes o las fantasías sobre el fin del mundo que aparecen en los poemas dan un anclaje terrenal a una aventura gráfica que poco a poco se transforma en la realización similar a estar en un sueño con el sonido de la alarma a lo lejos llamándonos a despertar aunque no queramos.
Y así, dos registros que parecen ajenos en la teoría empiezan a converger: Tanto en el bosque donde se sumerge la protagonista y sus compañeros como en la introspección en la que buceamos a través de las poesías encontramos tanto dolor como placer. Como en las mejores historias de lxs autores e ilustradores (mal llamados) infantiles, la línea entre la inocencia y lo perverso, entre lo puramente infantil y lo siniestramente adulto se desdibujan y coexisten en el mismo universo: El bosque encantado que parecía color de rosas empieza a mostrar vetas de oscuridad hermosa y las palabras que parecen predecir el fin del mundo transmiten más alivio que dolor.

Sosa Holt es una autora que le gusta jugar con sus cartas sobre la mesa y no ocultar aquellas obras que la han influenciado y de las cuales se alimenta para generar una obra personal. Justamente, acompañó la salida de Campamento Negación con un número limitado de Meta-zine Atmósfera, donde cita las influencias que la acompañaron a la hora de realizar esta obra. “La autenticidad es invaluable; La originalidad no existe” es el mantra legado por Jim Jarmusch para infiltrar en su campamento las películas, libros y series animadas que resonaron con ella. Así aparecen en las páginas una manifestación nacida de los sentimientos oscuros como en The Brood (1979, David Cronenberg), la atmósfera de bosque misterioso en Over the Garden Wall (2014) o la lógica de sueño vivido como aventura de Laberinto (1989, Jim Henson) como claves para decodificar emociones complejas y transformarlas en relato (poético o gráfico). Las referencias son googleables, pero el resultado es 100% Paula Sosa Holt.
Este título forma parte de la colección EP Zines de la editorial Espacio Paradojas formada por Ivan Riskin y Wendy Niev, quienes conversaron con Paula Sosa Holt sobre el proceso de creación de Campamento Negación en su canal de IGTV y subieron a sus redes en dos videos super recomendado para todx aquel que quiera conocer más sobre el proceso y la obra.

A la hora de hablar de los nombres emergentes en los últimos años en la escena de la historieta Argentina, es ineludible la figura de Femimutancia: Autorx que comenzó a aparecer en antologías varias y con la autopublicación de sus historietas Alienígena en 2018 (luego editado junto a Hotel de las Ideas) y Piedra Bruja en 2020, publicó en abril de este año su tercer libro Banzai, esta vez editado en sociedad con un nuevo proyecto editorial Feminismo Gráfico, conducido por Mariela Acevedo (quien fuera editora de la antología de historieta feminista Clítoris) y Daniela Ruggeri (parte de Panxa Ediciones).
En este nuevo trabajo, Femimutancia construye un relato donde los vaivenes personales y los traumas del pasado se entrecruzan entre fragmentos de sueños y los combates cotidianos, entre vínculos que se arman y desarman y la constante reconfiguración y la búsqueda de identidad de Be, lx protagonista de la historia.

En esta historia, la dimensión onírica no es un escape inofensivo de los dramas que nos acechan en la realidad. Cada sueño por el que atraviesa Be es una pieza de un doloroso rompecabezas, espejismos de temores subconcientes en forma de avatares de su educación sentimental que le fuerzan a enfrentarse a miedos, o le acompañan mientras todo se desintegra como en la explosión de Neo Tokyo en Akira.
Estos personajes no funcionan en Banzai como meras cáscaras vacías de nostalgia pop: representan influencias de la animación y el manga japonés en una generación que las internalizaron como espejo de inseguridades y de temores colectivos. Al mismo tiempo, Femimutancia se atreve a imaginar conversaciones honestas con ellxs: Cuestionar y resignificar es un mecanismo que no solo aplica a la identidad propia sino también a los personajes fantásticos que creemos conocer. Y por extensión, poner en tela de juicio que es real y que es una ficción (y la dificultad que genera distinguirlas) es el campo minado donde le autore despliega sus angustias y dolores.

Una vez que abre los ojos, Be tiene que lidiar con la vida diurna y su lógica: la mirada ajena que impone un binarismo sobre su cuerpo y la asume hombre o mujer, la dificultad de sostener un vínculo amoroso en un presente turbulento donde es difícil compartir lo que aqueja a su salud mental. No será solo la terapia lo que ayudará a Be a generar un nexo conector entre aquello que le cuesta afrontar en los sueños y los sentimientos que le cuesta procesar en su vida. Así como la realidad más cruda se filtra en sus sueños, destellos fantásticos se filtran en sus días para ayudarle a procesar sus emociones, pudiendo compartirlas con seres que se sienten tan incomprendidos como se siente Be.
Tanto en la dimensión gráfica como en el guión, Femimutancia demuestra un gran crecimiento y una evolución estilística desde su primer libro. El trazo y el uso del color expresivo le permite alternar escenas oníricas con increíbles paisajes urbanos, que personalmente alimentan mi obsesión con los murales de los subterraneos porteños y me generan una inmensa saudade de volver a ser un peatón por las calles de Buenos Aires. Mientras tanto, su capacidad de crear diálogos verosímiles con personajes fantásticos o plasmar la crudeza punzante de una conversación sumamente personal fueron su mayor crecimiento como autorx y son la clave para generar la atmósfera del libro.

Banzai es un relato lleno en igual cantidades de dolor y de valentía. Una ventana al núcleo más vulnerable de una persona mezclando ficción y realidad. El historietista Luciano Vecchio describe en el prólogo el proceso de Femimutancia como “exponerse para exponer. Contar para procesar, para transformar a quien cuenta y a quien lee” y este mantra se sostiene durante toda la obra, haciéndose carne en todo aquel que pase por sus páginas.
Femimutancia tiene la capacidad de mezclar ficción y realidad en sus páginas ilustradas y hacer de sus vicisitudes una experiencia catártica donde se pone en palabras (e imágenes) aquello que solemos callar o sufrir en soledad. La lucha que libra Be a lo largo de Banzai no es en vano, al final del libro nos sentimos menos solxs y con un poco más de fuerza para enfrentar nuestras propias pesadillas.

Eso fue todo por esta edición, esperando que alguna de estas ensoñaciones gráficas lxs motive a sumergirse en sus páginas. Nos despedimos hasta el próximo mes donde tendremos nuevo material para leer mientras esperamos que el mundo esté un poco mejor. O al menos vacunado.