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No dejamos de escuchar la frase “sin precendetes” cada vez que nos hablaban sobre toda la situación que había desencadenado el COVID-19. Sin embargo, la situación no es menos impredecible ahora. Si bien sentíamos que las cosas se estaban calmando y volvían lentamente las presentaciones en vivo, la segunda ola que estamos atravesando cambió eso.

Hace unos meses, se sentía casi implícito que pasaría mucho tiempo hasta que las presentaciones en vivo contaran con la habilitación pertinente y también con la asistencia del público, ya que no solo se tenían en cuenta los riesgos sanitarios que estas implicaban, sino también la ansiedad genuina que generaba en las personas estar en lugares muy concurridos, luego de haber pasado meses encerrados en sus casas o viéndose únicamente con algunas pocas personas.

A pesar de haber asistido a varios shows en este último tiempo, me tomó meses siquiera considerar salir de la seguridad de mi departamento y dar el paso aún más difícil de comprometerme a asistir a recitales con distanciamiento social debido a los efectos que la pandemia había dejado en mí, fuera culpa, ansiedad o una combinación de otras emociones. De todas formas, había algo en estar rodeado de gente (incluso con barbijo a varios metros de distancia) que me hacía sentir que había una leve esperanza de que las cosas regresaran a una especie de normalidad.

Esto despertó mi interés en varias formas ya que, al ser alguien que estuvo tanto arriba del escenario como entre el público, me parecía correcto descubrir la opinión de nuestrxs artistas con respecto a la situación de los shows poscuarentena y sus estrategias para salir adelante contra todo pronóstico. (Nota: esta entrevista fue llevada a cabo en marzo 2021, antes de las nuevas restricciones.)

Un agradecimiento especial a Damian Ensabella de On The Reg (DJ, productor, manager), Montarosa (artista musical), Ale Andrian (bailarín) y Ce Kunsa (comediante).

La discusión

Damian – On The Reg

Antes de la cuarentena, ¿qué opinión tenían sobre la escena de las presentaciones en vivo de Buenos Aires? La concurrencia, el ambiente, los lugares, etc.

Damian: Antes de la pandemia, podíamos trabajar muy cómodxs debido al venue que teníamos con mi productora, On The Reg, llamado The Shamrock, donde teníamos un ciclo e invitábamos a artistas de la escena house local. Todo marchaba de maravillas y estaba en pleno ascenso.

Marianela: La escena de la ciudad siempre fue variadísima. Se podían organizar distintos tipos de espectáculo que pusieran a la gente en situaciones, a veces, performáticas. Ver un show en una sala de teatro, en una cantina, en las escaleras de un monumento significaba que cualquier lugar podía devenir en escenario. Shows donde la gente podía estar tan cerca que pasaba a ser parte de la escena, una escena compartida. Shows convencionales también: espacios inmensos llenos de gente apretada pogueando, salas de concierto con sus entradas numeradas y clubes culturales que servían de portal intermedio donde primaba lo descontracturado y performativo. Siempre fue el atractivo de esta ciudad encontrar ese lugar donde “la noche porteña” estaba sucediendo.

Ale: Antes del encierro que vivimos todas las personas en Buenos Aires, la escena de las presentaciones en vivo era muy activa. La noche porteña (y no solo la noche, sino también la tarde) brillaba con el esplendor de sus actividades culturales al aire libre, fuera en salas, espacio grandes o pequeños. La ciudad de Buenos Aires siempre se caracterizó por tener un movimiento cultural de presentaciones muy vivo y entusiasta; bastaba con tomar una mochila con lo indispensable, la bicicleta o el transporte público y salir a recorrer la ciudad hasta terminar inmerso en algún show, performance o alguna actividad de ese estilo.  Barrios emblemáticos como Boedo podían ofrecerte un mini concierto de música callejera mientras te tomabas un café. Las esquinas de los semáforos siempre fue otro escenario esplendido del mismo arte. Otros lugares, como Palermo, cuna de bares acondicionados para bandas, ofrecían sus lugares para que lxs artistas tocaran su música. Ni hablar de los teatros, con funciones que iniciaban desde las cuatro de la tarde y se extendían hasta entrada la madrugada, con maravillosas puestas en escena trasnochadas. La escena tanguera también dominaba estas madrugadas, con sus shows de orquestas típicas y parejas de bailarines que se lucían y expresaban con libertad ante la mirada atenta de cientos de turistas extranjeros y no extranjeros. Y si aún seguías atrapadx en la madruga con ganas de más, tenías a los actores y actrices transformistas que te estaban esperando para su show de media madrugada en algún antro hermoso de la ciudad. Entonces, ¿qué decir de la escena de las presentaciones en vivo de la ciudad de Buenos Aires, de la ciudad que nunca duerme? Antes del encierro, brillaba con su magia desbordante en cada rincón.

Ce: Creo que la ciudad de Buenos Aires siempre tuvo (y más estos últimos años) mucha variedad en cuanto a sus espectáculos. La participación de los espectadores era tan variada como las opciones que había. Hoy, “con el diario del lunes”, creo que muchos espacios no estaban preparados para generar un ambiente saludable y placentero.

Ale Andrian


 ¿Cómo reaccionaron al confinamiento estricto y a la noticia de que el país quedaría completamente cerrado?

Damian: La noticia fue realmente muy dura. Como dije antes, veníamos haciendo las cosas bien desde comienzos de 2017 y, en el mejor momento, llegó la PANDEMIA.

Marianela: Fue algo impactante, pero me tomó tiempo darme cuenta de que era una modificación sustancial de nuestras actividades. En un principio, creí que sería algo pasajero. Nos afectó muchísimo porque acabábamos de publicar nuestro disco debut. 

Ale: Para ser absolutamente sincero, reconozco que fueron diferentes etapas: desconcierto e inquietud fue la primera, donde la información fue muy importante para el desarrollo de las etapas que siguieron. Esta etapa fue una mezcla de excitación por estar viviendo algo sin precedentes, angustia por estar lejos de mi familia, solo, en tan magna ciudad como es Buenos Ares. Aclaro, soy de Entre Ríos, de una localidad llamada María Grande a 500 km de Buenos Aires. Luego vino la angustia y la ansiedad de pensar en el futuro laboral, la crisis económica y la empatía con todxs mis colegas artistas que fueron manifestando su dolor, su incertidumbre ante la caída veloz de sus proyectos, su regreso a sus lugares de origen, los traslados y las mudanzas. Esta etapa profundizó mi ansiedad y angustia por sentirme cada vez más solo. Luego de eso, nuevamente comenzó a alumbrar el sol con la llegada de la primavera: la adaptación y reinvención a través de las plataformas digitales y la ilusión de un pronto regreso. Todo terminó en una última etapa de convencimiento y reafirmación de la pasión que uno tiene por lo que hace, el entendimiento de que el arte es trasversal a todo lo que uno hace y las mil y una forma de readaptarse al nuevo presente que está sucediendo frente a nosotros: nuevos proyectos, nuevos propósitos, nuevas metas y el presente que acciona para lograrlo. Entonces si tengo que resumir mi reacción, podemos decir que fue así: acción, incertidumbre, angustia, desesperación, aceptación, adaptación, intención y acción nuevamente.

Ce: En un primer momento (sin saber que se iba a prolongar tanto y sin conocimiento sobre la enfermedad y la prevención), estuve de acuerdo con el cierre total de los establecimientos. Soy mamá de tres niñxs y nos afectó mucho el cierre de las escuelas. Fue un cambio muy duro para todxs. Estuve muy angustiada, a veces, lloraba dos veces por día o me enojaba con la gente cuando veía que salía a la calle. Sufrí mucha ansiedad, pero respeté casi a rajatabla el encierro. A medida que pasó el tiempo y conforme veía que la cosa se prolongaba más y más, no coincidí con el cierre total, básicamente porque era algo que económicamente no se podía mantener.

Montarosa

Antes de que la cuarentena entrara en efecto, ¿qué predicciones hicieron sobre lo que pasaría o cómo vieron que cambiaría la situación?

Damian: Sinceramente, mi manera positiva de ver las cosas nunca predijo lo peor y la verdad el virus nos ganó a todos. Nunca pensamos que sería tanto tiempo con el mundo de rodillas.

Marianela: No me imaginaba dando un show para un público invisible a través de una pantalla. Esperaba que la situación tomara un cauce pronto y se pudiera volver a los escenarios. Lo primero que nos afectó directamente a nosotres fue tener que dejar de alquilar la sala de ensayo cuando, al segundo mes de bloqueo, entendimos que iba a ser algo duradero.

Ale: Cuando entro en vigor el bloqueo, yo estaba con una obra en cartel con funciones de martes a domingo, ensayos para un próximo estreno, dos clases por día y mis entrenamientos habituales. Teniendo en cuenta que el bloqueo comenzó en marzo, el veinte para ser más preciso, yo hacía un mes que ya me estaba preparando para lo que se venía y, como una suerte de premonición deducida, me di cuenta de que lo que se estaba gestando era grande, magno, y que nos atravesaría a todxs, o por lo menos a casi todxs en el mundo. Tengo amigos y colegas desparramados por todas partes del mundo y, por medio de ellos veía cómo se estaban desenvolviendo las cosas. Cuando mi mejor amigo que estaba viviendo en China en diciembre, me escribió y me contó que había aparecido un virus que era bastante peligroso, me la vi venir. Desde ese entonces, empecé a prepararme mental y físicamente. Me equipe de información y elementos para el entrenamiento, actualice mis dispositivos electrónicos y active una lista de cosas que tenía pendiente siempre por la falta de tiempo habitual que implica ser artista y estar enfocado 24/7 a nuestra profesión. A partir de ahí, todo fue vivir el presente, aprender cada día de las propias emociones y aprender a lidiar con las de los demás. Me imaginé que pasaría lo que pasó, pero lo que no me imaginé fue el no regreso de ciertas actividades, como el tango y sus encuentros en formas de milonga, o las casas de tango show o los cines, por ejemplo. Reconozco que esto me extraña mucho, pero mucho de verdad y tampoco me imaginé que fuera a llevar tanto tiempo.

Ce: Quince días antes de que cerrara todo, estaba con unos colegas en Taburete Club de Comedia, charlando después de un show. En ese momento, sólo había memes de lo que pasaba en Europa y muchos lo veían lejano. Recuerdo que en ese momento les dije que creía que en un mes íbamos a estar encerrados como los demás países. Me reía de los chistes, pero yo ya estaba muy preocupada en ese entonces. Se rieron de mi predicción y hace poco uno de mis amigos comediantes lo recordó y me dijo, “Al final, tenías razón”.

Celeste Kusna

Si bien otros sectores resultaron muy afectados por la pandemia, ¿creen que se les prestó atención a lxs artistas o se lxs dejó en un segundo plano?

Damian: En mi caso, trabajo en cine y publicidad, así que también me afectó desde ese lado, ya que estuve más de seis meses sin trabajar. El lado artístico y las ayudas llegaron un poco tarde, a mi entender. El gobierno dio ayudas, pero después de varios reclamos de distintos sectores artísticos.

Marianela: Sí, creo que naturalmente se les dio lugar a les artistas en general, ya que, de un modo muy concreto, tomaron las redes (y algunes pocos, las calles y/o lugares escénicos alternativos) para poder continuar con sus actividades. Creo que hubo una primera avalancha de streamings que fueron muy bancados por el público en general y acompañados por la prensa. Luego, devino en un cansancio general de les oyentes, sumado a las condiciones técnicas paupérrimas e insostenibles que ofrecían los streaming que están más al alcance de todes (vivos de Instagram filmados desde un celular con el micrófono incorporado, mala calidad de audio en general, mala conectividad).

Ale: La atención que se les presto a lxs artistas fue absolutamente tardía. Es más, pasó un año y recién ahora se están aplicando políticas dirigidas únicamente a artistas. Y por atención no me refiero solo al aspecto económico, sino también a la habilitación de espacios con protocolos, la contención emocional y física, y, en su defecto, el soporte para la adaptación necesaria debido al bloqueo. Tengamos en cuenta que nosotrxs lxs artistas, además del dinero para poder cumplir con las obligaciones estatales, también elegimos esta vida por lo que significa vivir del y para el arte, la emoción que genera, el lugar que ocupa el arte en la sociedad, lo que aporta y deconstruye.

Ce: Creo que lxs artistas fueron “el último orejón del tarro”. No se les prestó atención hasta, casi, ocho meses después de encierro. Fue una ocurrencia demasiado tardía. Supongo que el “arte” en general no está socialmente entendido como un trabajo que deba ser bien remunerado.  El uso de la gorra para recaudar lo que la gente quiera dejar a voluntad demuestra un poco eso. Pareciera prevalecer la idea de que el artista hace lo suyo “por amor al arte” y se pierde de vista todo el trabajo que implica y a la gente que vive de eso (directa o indirectamente). Creo que lxs artistas tuvimos que hacer malabares y encontrarle la vuelta. Yo no vivo de la comedia (por lo menos, no todavía) y tuve el privilegio de no tener que preocuparme por mi economía, pero tengo colegas y amigos que todavía están tratando de salir a flote. Conozco teatros y espacios hermosos que tuvieron que cerrar. Algunos pocos, dentro de mi género, supieron generar contenido redituable y reinventarse en plataformas con modalidades que parecieran haber llegado para quedarse.

Durante la cuarentena, ¿qué medidas tomaron para continuar o adaptar su trabajo?

Damian:  La cuarentena, en mi caso, no fue totalmente negativa. Al no poder hacer eventos, iniciamos una serie de podcasts, guest mixes, llamado OTR PODCAST, con más de 50 djs y productores de todo el mundo de la talla de Mark Farina (leyenda del underground house mundial), que nos dio un salto de calidad importante, a mi entender. En la segunda parte de 2020, nos lanzamos como sello con la idea de apoyar más a productores nacionales e internacionales de la música que nos gusta y que creo que mucha gente de acá no conoce. En otros países de Europa, todo es más fácil. Seguimos trabajando para brindar más música house, funk & disco a la escena argentina, cada vez más dominada por otros géneros como el progressive y el tech house.

Marianela: La primera medida fue llamarme al silencio. Sentí que hacer silencio era necesario en medio de un naufragio de vivos de internet que me dejaban con sabor a poco. Como público me resultaba difícil sostener la escucha de otras producciones, como artista me daba mucha pena presentar algo que se viera o se oyera mal. Luego de los primeros meses, lo primero que hicimos fue buscar la manera de reencontrarnos para ensayar siguiendo todos los protocolos. Eso fue la salvación, volver a hacer música con otros seres humanos lejos de una pantalla. Tuvimos la suerte de participar de un vivo filmado en el Centro Cultural Recoleta que se estrenó por YouTube con una calidad técnica altísima. Luego, los amigos de Vuela El Pez, un centro cultural con mucha trayectoria en la ciudad, nos invitaron a filmar un show breve donde el eje estuviera puesto más en la experiencia sensorial. Fue muy interesante participar de esa propuesta donde se instaba al uso de auriculares, a la escucha dirigida, a cerrar los ojos. Hubo danza, poesía y performance, además de música. Y a partir de ahí y con la convicción de que el bloqueo duraría bastante más, intenté generar producciones con la mejor calidad posible para compartir, eligiendo en qué momentos hacerlo y guardando otro poco de silencio virtual también. Comencé a estudiar herramientas de sonido y a esperar la posibilidad de tocar nuevamente en modo presencial.

Ale: En mi caso particular, me enfoque en profundizar sobres proyectos que tengo para la vuelta a las presentaciones en vivos, intensifique mis estudios y amplié la red de contactos para un futuro próximo, transforme mis redes sociales en mi nuevo escenario y utilice este espacio para seguir creando y transmitiendo mi forma de ver la vida a través del arte del movimiento.

Ce: Personalmente, no me gustan los shows online. No me siento cómoda y creo que el stand up necesita de la respuesta del público para cobrar vida. Respeto mucho a los que sí lo hicieron (y lo siguen haciendo), admiro su valentía, pero yo no pude aceptar hacer shows por streaming. Siento que el silencio que se genera frente a una cámara entre las cuatro paredes de una casa es mortífero para el comediante. Seguramente a unx músicx le pase lo mismo, porque lxs artistas ponen el cuerpo, pero lxs espectadorxs también. Lo que intenté fue no despegar de la comedia y generar contenido para redes. Bajé Tik Tok y aproveché un poco la aplicación para poder hacer pequeñas cosas en poco tiempo. Me divertía hacerlo. Era mi momento del día (no de todos los días, porque con hijxs tan chicxs, es difícil mantener momentos para unx), pero me sacaba un poco del pensamiento negativo del encierro.

¿Hay algo que lxs haya inspirado o sorprendido durante este tiempo? ¿Por qué?

Damian: Lo que más me inspiró fue trabajar en proyectos propios, hacer más música y dedicarme más a la familia. En cierto punto, todo esto saca lo más humano y la esencia de cada uno; si realmente amás a la música, no dejas de hacer tus tracks o grabar mixes. Eso fue lo que hice.

Marianela: Creo que lo más impactante fue notar y nombrar el cambio mundial inmenso que estaba ocurriendo, que no nos podía dejar indiferentes, que nos hablaba de los modos de consumo y nuestra vinculación con la naturaleza. Vínculos estallados que nos pedían una atención y una acción mayores. Toda la reflexión y la creación que emergió de ese tiempo de silencio, de estar adentro, la revalorización de esos vínculos más amados que habían quedado lejos, fue un motor importante.

Ale: Una de las cosas que más me inspiro en este último tiempo fue como esta situación nos acercó como seres humanos, aunque haya sido solo un instante, ya que considero que muchxs de nosotrxs estamos en el mismo mar, pero no en el mismo barco. Pero me sorprendió todo lo que eso generó, esa sensación de acercamiento que nos hizo sentir que a todxs nos pasó lo mismo, como una especie de empatía entre lxs artistas. De repente, se abrieron un sin fin de oportunidades debido a la virtualidad, que nos permitió entrar a las casas de artistas que admirábamos para verlxs haciendo un show un directo, tener clases con personas a quienes, sin esta situación pandémica, hubiera sido imposible acceder y, lo más importante, ver como más allá del nuevo sistema virtual de entretenimiento que se está queriendo instalar, las personas aún conservan las ganas de salir de sus casas, sociabilizar, compartir, escuchar música en vivo, ir al teatro, ver shows de danza. Y eso me inspira, me alienta muchísimo y me da la pauta reconfirmante de que somos seres sociales y, sobre todo, me muestra con absoluta claridad el rol fundamental que tiene la cultura y el arte en la sociedad, que, aunque la sociedad esté encerrada o no, siempre habrá expresiones artísticas que pujen para desarrollarse de manera presencial.

Ce: Me sorprendió la capacidad que tenemos como seres humanos de adaptarnos a situaciones negativas. O sea, teóricamente lo sabía, pero vivirlo es otra cosa. Yo no creía que podía sobrevivir con seis personas en una casa durante quince días y lo terminé haciendo por nueve meses. Casi un parto, pasaron mil cosas, por ejemplo, se murió mi perro y construimos un baño y una habitación. Hoy miro en perspectiva y todo me parece surrealista. Me inspira, quizás, ver cómo mucha gente se replanteó su estilo de vida. Familias que dejaron lo conocido (su zona de confort) para probar suerte en otro lado. Otrxs que se fueron a recorrer el mundo en motorhome (creo que ese es mi sueño y por eso lo admiro), artistas que sacaron cosas maravillosas de la galera que en otro contexto quizás no se hubiesen dado, gente que despertó su lado artístico porque tuvo tiempo de hacer cursos o reconectar con deseos más profundos que, a veces en la vorágine, se pierden de vista.

¿Cómo creen que cambiaron como artistas desde la cuarentena?

Damian: Hoy en día, me siento mucho más completo que antes. Aprendí a ver las cosas de otra manera. Me dedico a ver qué cosas puedo hacer para lograr mis objetivos porque siento que, si uno se lo propone, los puede cumplir. Por ejemplo, en lo que respecta a la producción, tengo varios tracks en camino a sellos de Europa y eso es algo que antes lo veía muy lejano, ya que no tenía el tiempo suficiente para dedicarle. O también organizar eventos es algo que me gusta y pienso seguir haciendo.

Marianela: La creación mediada por los propios medios de producción, el aprender a usar otros recursos técnicos para llevar adelante un material, la paciencia y la cautela fue lo que más desarrollé en ese tiempo. No los veo como cambios, sino como profundizaciones.

Ale: A nivel organizacional, siento que no cambie demasiado, pero a nivel emocional, sí veo un cambio importante. Al tener tiempo para profundizar sobre mi ser artista, aparecieron preguntas que exigieron respuestas realmente profundas. El principal cambio que siento tiene que ver con el presente y la valoración que le doy, aquí y ahora, lo importante que son los procesos y, más importante aún, disfrutarlos. Siempre fui un artista incansable en búsqueda de la perfección o en búsqueda de objetivos, mucho de ellos realmente de difícil acceso, y eso me llevaba a estar con la mirada puesta muy lejos. Ahora te puedo asegurar que la mirada la tengo hacia adentro, hacia el ahora, y disfruto cada segundo y oportunidad que la vida me presenta, inmerso en el universo de belleza que acobijó a mi arte durante todo el encierro. Creo que será con este nuevo concepto que encararé la vuelta a la presencialidad.

Ce: Creo que cambié, sí. Empecé canto y me solté a usar con seriedad mi voz a los treinta y cinco años. Siempre me dio vergüenza porque creía que cantaba muy mal. Fue un hallazgo para mí misma. Y no quisiera asumirlo, pero creo que Tik Tok me ayudó mucho a liberarme. Es una aplicación que te permite jugar. Es como cuando eras chicx y hacías caras en el espejo. Si lo hacés ahora te sentís medix boludx, pero en Tik Tok es lo que tenés que hacer, porque ese es el juego. Siento que permite reconectar un poco con el niño interior que lamentablemente en la adultez está mal visto. Personalmente, en ese camino, descubrí que algo de las telenovelas que veía en los noventa quedó impregnado en mí. Quizás por eso tanta versatilidad en la plataforma, ¿no? Gente de cualquier edad haciendo cualquier cosa. Y creo que ahora disfruto más del escenario. Lo valoro (porque lo perdí un tiempo) y pongo mucho más el cuerpo. Extrañé durante muchos meses esa sensación de subir y no saber qué iba a pasar. Una adrenalina que le recomiendo al que quiera sentirse bien. En fin, creo que pude visibilizarme un poco más en las redes y que eso me ayudó a tener más confianza en lo que hago. Incluso me propusieron hacer una obra de teatro, ja ja ja (y me río porque en mi vida hubiese pensado que esa podía ser una posibilidad). Claramente, cambié.

¿Qué es de lo que están más orgullosx de la cuarentena? No tiene que estar exclusivamente relacionado a su veta artística performática.

Damian: Lo que más feliz me puso fue el apoyo de mi familia y de lxs colegas que estaban en la misma situación, haciendo todo a pulmón y con el foco en la música, que es lo que más importa. Siento que la música electrónica está cada vez más metida en el glamour y otros aspectos que lejos están de las raíces y la esencia de todo esto. Los organizadores deberían replantearse varias cosas, lo único que les interesa es la plata.

Marianela: Del equipo que rodea al proyecto, de los nuevos lazos creados con espacios culturales, radios, musicxs, amigues y familia que ayudaron a sostener nuestra música en el aire (tanto en los pocos shows que pudimos dar, como en la difusión y escucha del disco, las posibilidades para ensayar y crear juntes, pensar juntes y buscarle la vuelta).

Ale: Siendo absolutamente sincero, y espero no sonar demasiado narcisista, siento mucho orgullo de la sensatez con la que atravesé este momento pandémico, la humildad con la que afronté lo que estaba pasando, abriéndome sensiblemente al mundo y a mis seres queridos, mostrando mi vulnerabilidad ante personas que podrían ayudarme. También estoy muy orgulloso de mis principios y convicciones que, más allá que las necesidades de tipos materiales pudieron hacerse presente, siempre mantuve mi energía puesta en el plano emocional y espiritual, y el beneficio que trae a la vida. Y hubo otra cosa que me hizo sentir muy orgulloso también y fue ese grupo de personas que planteó preguntas, dudas, que no se quedó encerrado y con miedo en sus casas, sino que cuestionó, insistió, protestó, preguntó y exigió respuestas. Todos sabemos que las sociedades se construyen siempre con base en ciertos intereses y, muchas veces, esos intereses dejan afuera a ciertos sectores. No tenemos certeza cuál fue el verdadero motivo de lo que está pasando, pero preguntar es una excelente forma de iluminar el camino.

Ce: No ir a comprar puchos para nunca regresar a mi casa ja ja ja. En serio. Me enorgullece haber pasado casi un año de encierro con mi familia, a la que amo mucho, pero que amo aún más con instituciones y libertades mediante.

En las últimas semanas, se empezaron a abrir varias salas de espectáculos. ¿Creen que las presentaciones en vivo van a volver por completo? [N. del E.: Esto fue antes de la segunda parte del aislamiento]

Damian: Con respecto al regreso de los eventos en vivo, me siento seguro porque los lugares trabajan con protocolos. ¡No todos! Pero la mayoría lo hace y sinceramente no hay manera de que unx artista pueda vivir haciendo streamings o cosas desde su casa. Así que mientras exista la responsabilidad, no veo por qué no hacer eventos.

Marianela: Sí, creo que tener miedo nos paraliza y nos aísla de un modo para nada saludable. Y no tener conciencia, nos hunde, por lo que necesitamos encontrar las condiciones adecuadas para volver a los escenarios cuidándonos y ofreciendo un espacio seguro para quienes asistan. Más allá de la pandemia, esto ha sido siempre así. Es una responsabilidad compartida que pactamos entre artistas y oyentes: las condiciones edilicias del lugar, la comida, los precios justos. Es una rueda de la que formamos parte y alentamos o descuidamos.

Ale: Sí, estoy seguro de que las presentaciones en vivos van a volver. También estoy seguro de que se instalará un nuevo sistema burocrático de habilitaciones y protocolos que complicarán absolutamente el regreso. Pero que van a volver, van a volver. ¡Y también se va a luchar para que esto suceda! El teatro, la danza y la música han sobrevivido muchas crisis a lo largo de la historia. Creo que esta vez, no será la excepción e insisto que será desde la acción. Vamos a tener que mostrar que lxs artistas existimos y que somos esenciales para la sociedad. Sobre todo, ahora, cuando la gente pasó un año de mucha angustia y soledad.

Ce: Sólo voy a presentarme en espacios abiertos. Es cierto que no me cuido como al principio, pero sigo siendo prudente y respetando también a lxs que me rodean. Así que la respuesta es no. Nunca estoy segura, pero siento que, en espacios cuidados, es viable (siempre y cuando, no haya hacinamiento al aire libre, porque sería lo mismo).

¿Qué cambios creen que harían falta para que la gente se sienta cómoda en la vuelta a las presentaciones en vivo?

Marianela: Los lugares espaciosos o la capacidad reducida me resultan alentadores. Las posibilidades de ventilación también son muy necesarias. Pero fundamentalmente la conciencia y el hacer bien las cosas, respetarnos entre nosotres y generar un ambiente seguro. Los espectáculos en la calle me parecen una gran opción también. Debemos reclamar el espacio público que es de todes y que no quede en manos de unos pocos privilegiados que pueden acceder a su uso y comercialización.

Ale: Principalmente, la higiene correspondiente, que es algo que nunca estuvo del todo contemplada. La posibilidad de que la utilización del espacio esté bien distribuida, y no me refiero al distanciamiento, porque emocionalmente es dañino, sino a que esté organizada y se respeten las capacidades límites. Creo que con eso va ser suficiente. Las personas aman ver presentaciones en vivos y creo que por eso muchas veces flexibilizan sus exigencias de confort en pos de disfrutar a sus artistas preferidxs.

Ce: Que el lugar haga valer las normas y se las tomen con la seriedad que se toman el cumplimiento de otras pautas. Y que la gente respete consignas básicas, porque si te dicen que tenés que tener el barbijo bien puesto, tenés que tener uno potable, que no se te caiga, que no sea una tanga que no te tapa ni la mitad de la boca. Qué sé yo. Depende del lugar y también depende de unx. Hay una responsabilidad social que tenemos que tener, pero creo que es fundamental que el establecimiento cuide los protocolos. Es eso o que todo vuelta atrás. Hay cosas que, por el momento, hay que resignar.

¿Creen que las presentaciones por streaming se van a quedar como un formato común o van a desaparecer cuando levanten las medidas del aislamiento?

Damian: Los streamings van a seguir existiendo. Quizás no sean tan frecuentes como durante la cuarentena, pero sí van a acompañarnos por más tiempo, sin dudas. Con mis amigos disfrutamos mucho hacerlos y tenemos pensado seguir ofreciendo streamings cada tanto.

Marianela: Seguro seguirán siendo parte. Tal vez, disminuya el consumo masivo que tuvieron en este tiempo, pero el registro audiovisual siempre fue importantísimo para la expansión de los proyectos y del público. Poder ver conciertos que están ocurriendo en otra parte del mundo me parece alucinante. Ahora, si tu artista local está dando un show en un bar para veinte personas, es importante que vayamos a bancar esas movidas con nuestra presencia.

Ale: Siempre lo fueron, solo que ahora quizás ya no formen parte del monopolio de la televisión. Pero creo que seguirán siendo una posibilidad más y también creo que su popularidad irá disminuyendo con el tiempo.

Ce: Creo que seguirán, quizás no tan asiduamente, pero lo que es transmitido en línea llega a lugares que, de otra manera, no llegaría. Eso está bueno. Permite la visibilización de artistas muy talentosxs que quizás no hubiesen llegado a ser conocidxs en otra provincia u otro país si no fuese por esa posibilidad. Y más allá de lo naif de mi comentario, también genera plata. Se venden entradas para un show que se hace en vivo, pero también para verlo online (y esto es sin límites) y me parece un gran negocio donde todxs ganan.

¿Cómo ven el futuro de las presentaciones en vivo en Buenos Aires?

Damian: El futuro de la música y el arte creo que va a tener que resurgir. No hay mal que por bien no venga y en un futuro, todo este tiempo perdido sin hacer shows o fiestas, va a volver más fuerte que nunca, sin duda alguna. Espero que todxs hayan sacado el lado positivo de todo esto y que todxs podamos hacer los que nos hace feliz

Marianela: Ojalá que se vuelva con todo el potencial bellísimo que tiene esta ciudad para hacer música en cada esquina, plaza, bar o teatro. Creo que esta ciudad estará viva, siempre y cuando haya una luz de escenario prendida.

Ale: Creo que va a costar que volvamos a tener el caudal de presentaciones que teníamos antes de la cuarentena, ya que primero hay que recuperar la inmensa cantidad de artistas que quedaron desbastados por las medidas extremas de encierros que se realizaron durante un año. Es como si, luego de un huracán, salís de tu sótano (si tenés sótano) y ves que lo que estaba afuera ya no existe más y solo son ruinas, y hay que comenzar de nuevo. Creo que el futuro de las presentaciones tendrá este precedente y el regreso será progresivo, ya que tendremos que ganar seguridad y recuperar la confianza. Van a volver, por supuesto que sí, por mi convicción de lo que significa esa fuente de estímulos que son las presentaciones en vivo. No olvidemos que estamos en Argentina y si hay algo que sabemos hacer los habitantes de este país es levantarnos luego de una crisis, ya que venimos teniendo una prácticamente cada diez años. Así que vamos a salir adelante, vamos a volver con las presentaciones en vivo y, en un tiempo, esto solo será un mal recuerdo anecdótico.

Ce: Todo esto va a pasar, porque todo pasa. Y la gente va a querer salir a disfrutar la vida, porque el 2020 nos dejó una marca que, a mi entender, nos hizo valorar más lo que tenemos (porque nos fue arrebatado por un tiempo) y lo que tenemos en Buenos Aires es una cultura de amistad, de encuentro, con excelentes propuestas artísticas que ameritan ser compartidas.

Gracias de nuevo a nuestros entrevistadxs.

Damian Ensabella– @hyperdam & @onthereg_music

https://onthereg.bandcamp.com/releases

Ale Andrian – @ale_andrian

Marianela Pérez Salerno – @montarosa_

https://montarosa.bandcamp.com/album/fuega-camina-conmigo

Ce Kunsa – IG: @ce_kunsa, Tik Tok: @CEKUNSA

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