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“Pero, ¿qué carajo dice?” Es lo que quizás te estés preguntando al contemplar uno de los logos o diseños de texto originales de Axel Xavier. Pero si es esa tu pregunta, no estás entendiendo la cuestión. Esta no es la tipografía de tu abuelx. El futuro ya llegó.
Axel, que nació con el cambio del milenio, empezó “haciendo pelotudeces” en PhotoShop como un nerd de videojuegos/ Youtuber wannabe preadolescente. Una cosa fue llevando a la otra, y a sus 20 años se encontró arrastrado en un vortex online de imágenes futuristas y surrealistas. Inspirado en sus contemporánexs, la cultura trap, la cultura de memes, el misticismo, la estética Y2K, el chrometype, el streetwear, y la escultura abstracta, las consecuentes náuseas artísticas le llevaron a empezar a vomitar su propio contenido digital original.
Y después de llamarle la atención a su primer cliente, una marca de Atlanta, Axel quedó flasheado al descubrir qué tan alcanzable es (con acceso a una computadora) mantenerse como creativx freelance en Argentina, explotando mercados extranjeros a través de la internet. Es simplemente cuestión de absorber las tendencias que te atrapan, hacer lo recontra tuyo, y mostrarlo, hasta que aparezca esa persona particular que se quiera comer el flash que estás tirando, y esté dispuesto a invertir en ello. Y donde hay un cliente satisfecho, habrá otro que le sigue.
Mirando hacia el futuro, Axel planea seguir puliendo su oficio a través de experimentación, colaboración y estudio online. Espera meterse más en el lado artístico del diseño gráfico, enfocarse más en la autoexpresión y eventualmente tener una marca de ropa propia.

Bueno, contáme desde el principio. ¿Cómo te llegó a interesar todo esto?
Todo comienza una vez cuando tenía más o menos ocho o nueve años, yo puse en una de las preguntas de seguridad, por si llegara a perder mi cuenta de Habbo — ¿qué quieres ser cuando seas grande? Y queriendo recuperar esa cuenta diez años después, me encuentro que había puesto diseñador gráfico. Supongo que es algo que siempre estuvo ahí. Fue la prueba que me hizo recordar que desde ese momento tenía ganas.
Estoy seguro que comienza por los videojuegos, mi primera consola fue una Sega Genesis, cuando tenía como cuatro años, cinco años. Y jugaba muchísimo al Sega, y me gustaban un montón los juegitos en general. Fui creciendo, y jugaba juegos de Play 2, y también muchísimos juegos de computadora, el Habbo. Y las relaciones que tenía con mis amigos en ese momento eran toda gente que también jugaba videojuegos. Llegó al punto en que me llevó a un secundario donde estudié programación, con otros… nerds. Que fue como el punto cúlmine para que el mundo de los videojuegos me atrape.
Y bueno, ahí se forjó todo de las habilidades que hoy en día me pueden llegar a estar dando de comer. Que es el diseño gráfico y el hablar inglés. Como que, en los videojuegos, me enseñaron todas las bases del inglés que permitieron que después todas las otras cosas que consumía, de cultura de allá, terminen de pegar todo. Pero bueno las bases, estaban ahí. Y del diseño también.

¿Y tus primeros diseños?
Oficialmente empiezo a diseñar más o menos a los doce años, cuando, nada, empecé a hacer banners para YouTube, o una foto de perfil para YouTube, para los videos que en ese momento, nada, a los doce años quería ser YouTuber y tenía mi canal llamado “La sensual vida de Axelito”.
Nada, es ahí que empecé a hacer los thumbnails, las fotos de portada, después usando PhotoShop hacía a mis amigxs peladxs, hacia memes de lxs profesores… PhotoShop siempre empezó como, eso, hacer memes y hacer cosas para YouTube.
Arranco PhotoShop y lo usé muchísimo tiempo hasta cuando de repente me di cuenta que podía hacer publicidades, o podía hacer cualquier cosa que tenga ganas, y más o menos a los quince años, cuando tenía que empezar a hacer dinero, empezar a encontrar formas de hacer dinero, una era siempre tipo, poder… no sé, le hice a un Kiosco en el que trabajaba mi novia de ese momento, los carteles y todas esas cosas, los banners. Y después en un local de celulares, así, tipo, nada, como que ahí me di cuenta que voy a trabajar de eso, y empecé a estudiarlo… en internet.
Me uní a muchos grupos de diseñadores gráficos, en Facebook, y eso también me hacía ponerme triste porque todos decían que era como un trabajo que no tenía futuro, que te vas a cagar de hambre siendo diseñador gráfico, y… igual, es una mentira enorme. En ese momento como me puse un poco inseguro ahí, y estudié más programación que otra cosa, pero nunca me gustó la programación. No sé, todos mis amigxs eran más racionales… y yo siempre… tomaba droga. Y entonces es como, bueno [se ríe], nada, la programación no me gustó mucho.
Bueno nada, sigo así, como que, sigo estudiando y probando, estudiando y probando, siempre tratando de conseguir trabajos. Nunca conseguí realmente un trabajo en ese momento – bue, hasta ahora, en realidad, que no trabajé tipo, oficialmente en una empresa como diseñador. Siempre fue tipo buscar gente, así, random.

¿Cómo se fue formando tu estilo actual?
Cuestión que… cuando me meto al mundo del trap, es cuando todo el paradigma cambia. Porque en el mundo del trap también hay todo un mundo de estética trap, obviamente, estética visual. Y de alguna manera, como, bueno, el trap, al ser algo super moderno y super de moda, y de repente toda la cultura de diseñadores de Instagram, está bastante al tanto. Y tiraban cosas así, y el querer crear cosas trap para mis amigos me llegó a conocer toda una tribu de diseñadores que hay en Instagram, que tiene un estilo bastante marcado, sobre qué es lo futurista, qué… como, toda esta tribu que marca la tendencia, siempre. Y al mismo tiempo es un mundo bastante underground porque son todxs diseñadores que no suelen trabajar para un Nestlé o McDonald’s, o cosas así super conocidas. Todo un mundo de diseñadores underground, que es de donde empiezo a tener esta estética que tengo hoy en día. De los logotipos, de las formas, del tipo de tipografía surrealista.
Y de repente también estar pendiente de… qué es como, toda la corriente estética en general que se va viendo dentro de, no sé, el mundo de los videoclips, y también en las marcas de ropa. Toda esta corriente estética de lo moderno, lo “popping”, toda la… eso, todo eso.
Empecé a meterme más en este mundo. Sigo estudiando, obviamente, como, las teorías básicas, pero empiezo a querer hacer cosas como todo este mundillo de diseñadores sarpados que hay en internet. De los cuales muchos, pueden ser gente que tiene, que hace 10 años que está diseñando, o he encontrado gente de dieciséis o diecisiete años que está, también, en lo mismo, simplemente hipnotizadxs por toda esta estética que estas personas muestran, y quieren hacerlo, o sea hay algo adentro que te dice “necesito hacer algo como eso”.
Y todo este mundo me absorbe, yo dejo que me absorba, y me meto mucho en él, y empiezo a crear, a crear, a hacer cosas parecidas, a entender la estética, las formas que usan, los colores, y por qué, y darme cuenta que estamos repitiendo patrones artísticos, cosas parecidas, no sé, toda la cultura Y2K que está volviendo hoy y se deja ver en todas las cuantas estéticas que están ahí hipnotizando hoy en día — qué es lo que hoy hipnotiza a la gente? Siempre hay algo como, una idea, o concepto, varios, no solo uno, hay varios conceptos siempre más densos en la conciencia artística colectiva… y me encanta estar… estando pendiente de todo eso que hoy en día esté hipnotizando a todxs, incluyéndome. Bueno, no todxs sino un determinado grupo de personas que casualmente les hipnotizaban las mismas cosas una y otra y otra vez.
Le digo hipnotizar porque muchas veces simplemente no sabés por qué no podés dejar de mirar a eso. Y bueno eso es lo que hoy en día me atrae del mundo del diseño.
Hay una cosa artística también, como, ser diseñador es solucionar problemas, y me gusta también eso, me gusta construir personalidades, y crear todo este mundo de fantasía que es una marca. Es… como crear un avatar, ¿no? Como el Habbo. Por eso arranqué haciendo esto, porque crear marcas es como crear avatars, que tienen su voz, que tienen su forma de vestir, de actuar, de caminar, de pensar, y nada, me parece re entretenido.
Eso por un lado, y por otro, todo esta corriente estética de que estaba hablando, o sea por eso me siento entre un artista y un diseñador.
¿Cómo se consigue un cliente online?
Generalmente, en este mundo freelance lo único que se necesita, y que diría a cualquier persona que se quiera meter… es que simplemente lo haga. Que haga, y comparta. Esa es la clave, crear contenido. Crear lo que quieras crear, lo que puedas crear, lo que sepas crear en el momento, sea lo que sea. Orientado a lo que quieras conseguir, mostrar. Lo que sabes que otras personas pueden querer de vos. Lo mejor que le puedas dar al mundo. Tu mejor habilidad. Y para lo que vos quieras dar, al mismo tiempo. Dalo. Mostralo.
Y estar presente en las redes que puedas, en las redes que uses, las redes que podrían usar potenciales clientes. Estar en esas redes, mostrándoles tu valor. Lo que sabes hacer, el valor de las cosas que hacés. Y las cosas que hacés en sí.
¿Cómo te llegó el primer cliente?
Y la verdad es que mi primer cliente llegó de una manera… mágica. O sea entró el cliente por Instagram. Hasta este momento yo estaba mandando, desatisfactoriamente, cartas a la gente por Upwork. Estaba desesperado, no sabía cómo carajo conseguir un cliente, porque de hecho, ahora si me preguntás, es como, al mismo tiempo no sabría qué decir exactamente. Diría que pongas anuncios, o lo que sea, como para conseguir un cliente directamente. ¿No? Como, una algo que sepas que puede llegar a ser infalible de alguna manera. Porque lo que hoy en día sigo haciendo es, sigo subiendo contenido, y sigo esperando que la gente me hable. Lo cual sucede. Sucede todos los meses.
Y nada, el primer cliente llegó después de que yo haga un logo, así tipo, que al mismo tiempo era como una pieza de arte, lo principal, digamos, de la imagen de un logo, para un cantante que se llama Deko, que estaba escuchando un montonazo en ese momento y me gustó demasiado. Y estaba escuchando y dije “voy a hacer esto para él”.
Lo hice. Lo etiqueté yo, y esta persona, Deko, me empezó a seguir, yo me fui a saltar en la cama, fue algo hermoso. Y entonces a los pocos días, bueno no sé si fueron pocos días, a uno o bastantes días de hecho, como un mes después, me habla una persona y me dice que si quería hacer un logo. Y yo le dije que sí, que 40 dólares. Me dijo “qué tal si te doy 80 dólares y lo hacés re piola?”
Yo de repente, estaba haciendo, en ese momento, 9 mil pesos, con un solo logo, lo cual es casi el salario mínimo acá en Argentina, y no lo pude creer. No podía creer que, de verdad, podía hacer algo de tanto valor, como que todavía no estaba pensando en dólares ni nada, solo sabía que una persona hoy en día está acá trabajando toda la semana, un montón de horas, en algo que no le gusta, y llega a cobrar 16 mil pesos, lo que yo podría haber hecho con dos logos para esta persona.
Y estaba… frikeando, o sea, no caía. Entonces nada, le hago lo primero. Y luego aparece otra persona. Y sigo haciendo, y sigo mostrando y empiezan a aparecer más gente y más gente. Y todo lo que les hacía a ellxs, lo subía, y traté de usar hashtags, y todas las cosas que te dicen que uses cuando subís cosas a internet, para mover al algoritmo. Y hice todo lo que pude, y nada, mi contenido estuvo ahí. Y la gente empezó a aparecer.
Y siento que también en ese momento estaba teniendo unos delirios bastante místicos, que todavía mantengo, sobre atraer las cosas con la mente, todo este modelo cuántico de mandar pedidos al universo cuántico, como si fueran pedidos de un equipo, a un servidor, y que el servidor te responda. Y bueno, así estaba pensando lo mismo que si pensaba en clientes y ponía cosas, y los clientes llegan a aparecer. Bueno, eso también lo recomiendo porque me funcionó. Estar ahí, creyendo que va a aparecer, y te van a hablar. Y seguí intentándolo, porque yo intenté bastantes meses, hasta que me funcionaba. Y también bueno, qué sé yo, sí que es posible.