To read the English version of this article, click here.

¡Bienvenidos al rincón del cómic indie en La La Lista! 

En esta ocasión, quería aprovechar la última entrega del año para compartirles algunas cosas que surgieron en formato digital durante este 2020 y quedaron fuera (in the sidelines) de los anteriores artículos. En parte, estos proyectos no fueron mencionados en los meses pasados debido a la inercia de enfocarme en releases físicos como aliento a los mermados esfuerzos editoriales. Seguir adelante con la entelequia de sacar material nuevo en papel, en un año sin circuito de ferias ni presentaciones de títulos nuevos, se volvió una anomalía digna de celebrar. 

Pero si hay algo que va a marcar mi recuerdo sobre este año, fue la progresiva evolución de nuestras maneras de vincularnos hacia la virtualidad en un contexto de suma necesidad, tanto en nuestros vínculos personales como en nuestra actividad laboral y en nuestros consumos culturales. Los recitales se transformaron en sesiones de stream, los festivales de cine se vieron en nuestras computadoras y los cómics no fueron ajenos a esta migración. En un medio que aún se mantiene entre el culto y el consumo masivo, la pérdida del circuito de ferias y eventos generó un agujero negro que es aún hoy dificil de llenar. Pero la contracara a la desazón que provocó el aislamiento social fue la evolución de las editoriales y lxs ilustradorxs hacia forma(to)s  diferentes de producir material. 

En los años previos, el consumo de cómics en formato digital era mínimo comparado al consumo en papel. Pero con el parate que sufrimos en la mayoría de los ámbitos, surgió la necesidad de adaptarse a los tiempos que corren y encontrar nuevas maneras de distribución del material para recomponer la brecha entre lxs autorxs y lxs lectorxs. En la segunda mitad del año, aparecieron proyectos pensados puramente en formato digital para combatir la distancia instaurada. No mencionarlas en este espacio sería contar a medias la historia de cómo sobrevivió la historieta independiente a este 2020. 

Desde el mes de junio, el taller “Proyectos Dibujados” que dicta El Waibe (ilustrador y editor de Wai Comics) empezó a subir un ciclo de charlas con ilustradores en formato podcast en Spotify, del cual participa tanto él como lxs alumnxs que asisten en modalidad virtual. Habiendo transformado su taller presencial en modalidad por videollamada, comenzó a invitar a diferentes ilustradores e historietistas a compartir clases con los concurrentes para que dialoguen sobre su forma de abordar el dibujo, sus obsesiones y las particularidades que hacen a la manera de ilustrar de cada autor. 

La experiencia que produjeron esos intercambios dio como resultado entrevistas orgánicas, donde la curiosidad de lxs participantes y la transparencia de lxs entrevistadxs a la hora de compartir sus procesos de trabajo y proyectos actuales generan una posibilidad diferente de relacionarse con el trabajo de lxs autorxs. Ambos lados de la conversación tienen su importancia en el podcast, siendo las preguntas de lxs alumnxs del taller quienes guían la conversación, y son ellxs quienes ilustran en cada episodio al entrevistado en su estilo personal. En estos meses, Proyectos Dibujados funcionó tanto como una fuente de compañía y entretenimiento como una ventana nueva hacia el universo de autores para conocer más la cocina de su obra. Ideal para escuchar mientras scrolleamos por el instagram del entrevistado del episodio.

Volviendo a las historietas digitales, septiembre marcó en el calendario la cuarta encarnación de la Revista Fierro, esta vez adoptando el formato puramente digital. La Fierro ocupa un lugar por momentos incómodos pero siempre central en el medio de la historieta local, y si bien no podríamos encasillarla como “historieta independiente”, su listado de autores cuenta con series y aportes cortos de autores que pertenecen a la historieta autogestionada. En un formato que apuesta a la suscripción como modelo de sustentabilidad, esta nueva etapa de la revista Fierro quiere integrar en un mismo medio a historietas publicadas hace décadas con historietas inéditas y primeras obras de autores emergentes, y es sobre estos últimos que quiero llamarles la atención. 

Entre las series inéditas que están publicando online como capítulos mensuales, se destacan el diario post-adolescente de Carolina y sus demonios interiores en Inframundo (China Ocho), una crónica en la prisión de Ushuaia en El Pozo (Kundo Krunch y Santiago Sanchez Kutika), la dupla soñada del policial Noir en Saturno (Matias San Juan y Pablo de Santis) y el nuevo volumen de la historia de Dora en su inquebrantable búsqueda de justicia ante el régimen nazi (Minaverry). 

En el campo editorial, este año también gestó proyectos que produjeron material nuevo en un formato puramente online. En el caso de la Editorial Deriva no solo editaron este año un título a tono con el clima apocaliptico que vivimos, sino que también sacaron una segunda edición de su línea Deriva Online, antología anual de historietas en formato .PDF.  Siendo un sello joven y con una línea editorial que abraza formas experimentales y nuevas de narrar en el medio, ya habían apostado en el año pasado a producir una antología puramente digital. 

Este 2020, con la fórmula aprendida y las condiciones ideales para publicar digitalmente, la editorial Deriva apostó a generar un núcleo temático alrededor del Error. En palabras de los editores: 

“En un año donde todos los planes parecen tener la urgencia de encontrar nuevas formas de ser movilizados. Donde parece que nada puede seguir su curso tal como era esperado. Nos parece interesante generar una revista que piense la diversidad del error. No como una pared que detiene los procesos sino más bien como un nuevo camino que se extiende hacia zonas desconocidas. En tiempos donde todo parece salir mal ¿Qué otra posibilidad nos queda más que abrazar el glitch?” 

El resultado es tan ecléctico como hipnótico, con aportes de autores jóvenes derrochando talento en pos de celebrar los múltiples sentidos del “Error”. 

Por último, en mi experiencia personal como editor en Clan de Fomento este año significó un proceso de adaptación, de postergar planes pautados previamente y transformar la quietud y el encierro en activar la búsqueda de nuevas formas y metodologías para mantener vivas las ganas de producir material nuevo en un año complicado. Ese proceso nos encontró a la par de Barro Editora en el armado de un proyecto que llamamos Guiso, una publicación antológica de género con frecuencia bimensual que tuvo su primer número dedicado al terror en el mes de octubre.

Para ahorrarme el rapto de subjetividad que implicaría comentar su contenido, prefiero optar por dejarles dos reseñas de colegas estimados al respecto: la de Matias Mir para Zinerama y la que escribió Demian Urdin para la revista Blast de Colombia. Desde el asiento editorial, la experiencia de coordinar una publicación con 10 autores mediante reuniones por videollamadas con autores y entre el equipo editor probó ser una tarea tan extenuante como feliz. 

Nadie sabe cuando volveremos a la “vieja normalidad”. Tampoco sabemos si estas exploraciones en los formatos digitales serán una modalidad asociada al contexto de encierro donde editar en formatos físicos es menos rentable, o la vanguardia de nuevas formas de distribuir material de autores independientes. Lo que sabemos es que estos proyectos digitales generaron una forma posible y necesaria de sentirnos más cerca entre lxs autorxs y el público curioso de nuevas histori(et)as. Será hasta la próxima Ltd Edition, la primera de un 2021 que espero nos encuentre menos aisladxs y con más lecturas emocionantes por reseñar.

X
X