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Ahhh, las fiestas. Esa época donde comenzamos a procrastinar y a formar expectativas para el año que entra. El momento en donde nuestros feeds se llenan de balances de fin de año y de posteos eternos que no son leídos por nadie (salvo tías y abuelas). Y este año, probablemente todo esto sea potenciado por la inminente sensación de libertad que el DISPO nos proveerá este verano (cuídense, chiquis).
Existen distintos elementos que hacen que estas fechas sean distintas a todas las otras. Y éstos varían en todos los lugares del mundo: en Aspen, la nieve. En Londres, la ciudad plagada de luces y decoración alusiva. En Argentina, avistaremos hombres ebrios sin remera y con el típico gorrito rojo y blanco, vagando por la ciudad en busca de aventuras. Son estos pequeños detalles los que nos alegran la vida en esta particular época.
En definitiva, este momento nos transporta a sensaciones de festejo y celebración, de las mesas navideñas, de reunirse con la familia y así darle un cierre al año (sobre todo a este año, que tanto necesita llegar a su fin). Es por eso que, de parte del equipo de La La Lista, hemos decidido entrar al panteón de las clásicas bebidas festivas con el objetivo de reseñarlas y clasificarlas para ustedes.
Estos fueron los parámetros (completamente arbitrarios, por cierto) que utilizamos:
– ÍNDICE DE BURBUJEO
– EBRIÓMETRO
– MARIDAJE FESTIVO
– PRECIO
– MIEMBRO DE LA FAMILIA AL QUE ALUDE

Fresa Fizz
Desde el primer momento se mostró amenazante. Tiene un color rojo vibrante casi opaco y el espesor de un jarabe para la tos, lo cual no lo vuelve para nada un producto apetecible. Sin embargo, lo tomamos (¿llegando así a la cúspide del periodismo de investigación? Quizás). Fue relativamente fácil de tomar, aunque se veía y sabía como un helado de palito sabor frutilla totalmente derretido. El índice de alcohol es relativamente bajo (lo cual puede ser algo muy malo o muy bueno, dependiendo de quien lo pruebe) y casi ni se lo percibe al probarlo.
Pros:
-De gusto está bien, teniendo en cuenta que el sabor artificial de frutilla es algo que ya conocemos todxs.
-Es barato y confiable (comprás algo que ya sabés qué gusto va a tener)
Contras:
-Si tu paladar está acostumbrado a bebidas de calidad, vas a desear estar muertx.
-Se llama “fresa fizz” pero de fizz no tiene nada.
Índice de burbujeo: 2
Ebriómetro: 4
Maridaje festivo: frutos secos
Precio: 129 pesos
Miembro de la familia: La tía que no sabía qué llevar a la cena.

Ananá Fizz (sin alcohol)
Probablemente la bebida más falopa (y a la vez más aburrida, pues “sin alcohol”) que probamos. El Minion que protagoniza su envase se ve intimidante y a la vez nos invita a degustar su contenido, casi como si fuera un secreto entre nosotrxs y él. Una complicidad compartida que no sirve de mucho ya que es una bebida infantil.
El gusto a ananá es algo esperable y aceptable, aunque no recomendamos tomar más de un vaso ya que el alto contenido de azúcar puede resultar empalagoso. Esto mismo es lo que le resultará atractivo a lxs niñxs de la familia, quienes se sentirán incluidxs y a gusto teniendo un personaje amigo en la mesa navideña.
Pros:
– Tiene gusto a ananá real.
– Posee el Minion original junto con el logo de Universal, lo cual nos inspira confianza y simpatía.
Contras:
– Hay un Minion.
– El contenido de azúcar es demasiado alto.
– Después de las 00hs el Minion se puede tornar un tanto hostil a la vista.
– No llega a ser una gaseosa, pero mucho menos un jugo. Es un punto intermedio que nos confunde y a la vez nos interpela muchísimo.
Índice de burbujeo: 4
Ebriómetro: 0
Maridaje festivo: El viejo y confiable panchito.
Precio: 99 pesos
Miembro de la familia: Sobrinx hiperactivx que toma medio vaso y se va a esperar a papá Noel.

Sidra “La Victoria”
“Si es claro y amarillo, seguro que es juguillo. ¡Si es turbio y picosón, es sidra, muchachón!” Ned Flanders
La sidra fue y será la nave nodriza de todas las bebidas navideñas. No importa cuándo percibamos su olor, nos va a transportar automáticamente a un diciembre rodeado de matambre con ensalada rusa y vitel toné enmayonesado. Ah, los pequeños placeres de la vida.
Hay quienes dicen que la sidra es lo más cerca que estuvo el hombre de recrear y embotellar el sudor de Papá Noel. Acerca de estos dichos no tenemos pruebas pero tampoco dudas. Lo que sí podemos decir es que es una bebida virtuosa y amigable con el bolsillo (no hace falta que inviertas tu aguinaldo en una botella).
Pros:
– La cantidad justa de burbujas.
– Ligera pero elegante reminiscencia a manzanas.
– Te pone en clima relativamente rápido (pega al toque).
– Vas a estar bailando Leo Mattioli justo después del brindis.
Contras:
– Tu tío puede llegar a tomarse 4 botellas incluso antes de que llegue el vitel toné.
– Hay que asegurarse de tener Hepatalgina en el botiquín para después de celebrar.
Índice de burbujeo: 7
Ebriómetro: 7
Maridaje festivo: pan dulce
Precio: 89 pesos
Miembro de la familia: Tu mamá, que compró 6 botellas en octubre y las dejó guardadas.

Clericó Fizz
También conocido como “El Néctar” (sólo por nosotrxs, igual). Bebida virtuosa que se obtiene de la mezcla de distintas esencias y jarabes de frutas. La etiqueta especifica que está pasteurizada, lo cual nos confunde y tranquiliza a la vez. Su sabor es sólido y da la impresión de ser una ensalada de frutas bebible (con alcohol).
Al igual que con el Fresa Fizz, su color nos resulta sospechoso e incluso ligeramente radiactivo, detalle que mencionamos pero dejaremos pasar ya que esto ocurre con la mayoría de bebidas festivas.
No es una bebida que tenga tanta presencia en la mesa navideña como el ananá fizz y la sidra, pero sin dudas ocupa un lugar en nuestros corazones.
Pros:
– Tiene gusto a frutas sin llegar a ser demasiado artificial.
– Fácil de tomar
– No deja resabios desagradables.
– Primer lugar en el podio de bebidas “fizz”.
Contras:
– Parece tintura de pelo rosa diluida.
– No es una bebida para emborracharse.
– Podría tener un gusto más fuerte.
Índice de burbujeo:6
Ebriómetro: 2
Maridaje festivo: helado
Precio: $79 (si sos un orgullosx propietarix de la tarjeta Dia%)
Miembro de la familia: Tu abuela lo compraría

Navarro Correas (Extra Brut)
Básicamente un vino espumante que parecía ser champagne y resultó ser una decepción como ambas cosas (sin dejar la objetividad de lado). La botella que conseguimos (en un gran esfuerzo de producción, por cierto) contenía menos de la mitad de producto que las demás bebidas que testeamos para este artículo, sin embargo fue la más cara. Por ello, nuestras expectativas al respecto han sido más altas.
Nos encontramos con un fuerte sabor amargo, sólo para paladares audaces. Produjo bastante espuma, definitivamente la mayor en comparación con las demás bebidas mencionadas. Su aroma nos transportó a noches de malas decisiones que probablemente terminaron en un vómito estrepitoso en la vereda de un boliche del conurbano. No nos resultó atractivo en lo absoluto.
Destacamos el envase, muy lindo.
Pros:
– Te da vuelta como una media. Acción rápida.
– Mantiene cierto aura de sofisticación, estéticamente hablando.
Contras:
– Te da vuelta como una media (de nuevo)
– No recomendado a bebedores casuales.
– Más caro que el precio promedio para este tipo de bebidas.
Índice de burbujeo: 9
Ebriómetro: 9
Maridaje festivo: Va bien con Mantecol
Precio: $120 (botella de 187ml)
Miembro de la familia: Tu papá, que quería comprar algo elegante este año.
Estos son sólo unos ejemplos de distintas bebidas que podremos conseguir en este bello momento del año. Siéntanse libres de cuestionar nuestros puntos de vista o sugerirnos más bebidas (u otras cosas!) navideñas que merezcan un espacio en LLL.
(Lxs invitamos a leer otras reseñas acerca de productos nacionales tales como chocolatadas, golosinas y dulce de leche)