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Probar muchas golosinas es un trabajo duro, pero alguien debe hacerlo.
Aquí el dúo más dulce vuelve a poner el cuerpo y someterse a otro zarpado sugar rush en nombre de la ciencia. Tras el gran fraude del bocadito Cabsha y luego de reponernos de un empacho considerable, Naná y yo nos ponemos la 10 y salimos a la cancha para comernos, literalmente, a nuestros contrincantes. Hoy tenemos muchos caramelos, chupetines, un bombón y una tableta.

Vauquita
Tableta de dulce de leche semi sólido
Se nota que hay mucho amor en el empaque. La cajita de cartón mas el envoltorio plástico demuestran que se esfuerzan en que el producto llegue bien siempre y sea de calidad. Que nos represente como corresponde. Porque es una golosina que no existe en otros lugares. Las vaquitas cúbicas del logo son muy lindas. Nos da mucha información importante el empaque. Calorías, grasas trans, libre de gluten. Un producto muy responsable.
Hay dos corrientes de comedores de Vauquita. Hay gente que la prefiere más blandita y gente que la prefiere más dura, más cristalizada. Acá somos hinchas de cuando viene más cristalizada. Tiene una muy buena textura que no sabemos cómo la logran. Me gusta pensar que dejan dulce de leche secando al sol y así se obtienen las Vauquitas. Algo así como los dulcedelechares de Vauquita. Mucha gente no la tolera porque considera que es demasiado dulce.
Desde la marca siempre están innovando y apostando. Hace unos años salió la torta Vauquita que era una un círculo grande de Vauquita y no estamos muy seguras de para qué servía, tal vez para gente que no le gustan las golosinas rectangulares. La Vauquita XL, que como su nombre lo indica era extra grande. Y ahora están probando con nuevos sabores como banana split y menta; aún no los hemos probado pero nos resultan un poco polémicos. También está la Black que es la Vauquita con baño de repostería. Como hemos dicho en ediciones anteriores, esta es la apuesta más segura y la evolución natural que debería seguir cualquier golosina.
La Vauquita es una golosina adulta y responsable. Podría ser más ecológica y prescindir de aunque sea uno de sus envoltorios. Destacamos la crostita, la textura de la capa exterior, que nos remite a la textura de la piedra, lengua de un gato o una lija. Muy rasposa. Estos 25 gramos de dulce de leche semi sólido no llegan a empalagar. Es la medida justa. Uno de los manjares nacionales que ha perdurado. Es una golosina fascinante.
Packaging: 10
Sabor: 10

Bon o Bon
Bombón de chocolate con leche relleno con pasta de maní
La primera sensación es que antes solía ser más grande. El envoltorio anterior era más divertido. Separar la parte metalizada del plástico era casi terapéutico, un ejercicio de amor y paciencia. El bombón podría estar más crocante. El cambio de empaque y el hecho de que ahora viene más sellado no logra cambiar el hecho de que es una golosina que se ve muy afectada por la humedad.
Más allá de eso, es una golosina muy buena. Hay una controversia con respecto a si el Bon o Bon es una golosina representativa argentina o no. Mucha gente considera que no, porque es una golosina argentina que no contiene dulce de leche. Aún así es de las favoritas del público argentino y actualmente es una golosina de exportación.

Realmente es muy injusto que haya más variedad de sabores de Bon o Bon en el extranjero que acá. Nosotros solo tenemos las variedades más clásicas y nos perdemos variedades como Matcha (Japón), coco, frutilla o banana (Brasil). Nuevamente se subestima al público argentino. O tal vez es una cuestión de costo. En Chile hay muchas golosinas marca Bon o Bon, bocaditos, tabletas, etc. Tal vez son productos muy caros para nosotros. Un derivado que ya no existe más en el mercado local es el Bon o Bon suave, que tenía un relleno menos empalagoso y más untuoso. El que sí se consigue es el Bon o Bon de Chocolate Águila que es delicioso y además es vegano. Supieron existir acá el Bon o Bon chocotorta, que fue un fiasco total, y el de mousse de limón.
Un gran aporte a la cultura popular por parte de Bon o Bon, o más bien del grupo de marketing detrás de Bon o Bon, fue la invención de “la semana de la dulzura” que en verdad nació como “un Bon o Bon por un beso”. Durante la primer semana de Julio se intercambian golosinas por besos, cosa que ahora nos puede resultar, tal vez, un toque violín, pero que en los noventas estaba super bien visto. A las pruebas me remito con esta publicidad que no resiste el archivo.
El otro gran acierto de Bon o Bon fue el de comenzar a comercializar el relleno, siguiendo los pasos de Nutella y dando un paso más hacia la popularización de la mantequilla de maní. Una gran apuesta en la nación del dulce de leche.
Packaging: 5
Sabor: 8

Baby Doll
Pack de cuatro chupetines frutales
Tiene un empaque muy bueno y funcional. El logo es atractivo aunque perdió cierta magia cuando se modificó el logo viejo que parecía hecho con globos. Es una golosina para gente cuidadosa, que se toma su tiempo para abrirla. Da la sensación de ser una golosina muy apta para las personas que están dejando de fumar, porque el paquete podría reemplazar tranquilamente el espacio dejado por un atado de cigarrillos. Además se sabe que comer chupetines sirve para bajar la ansiedad al dejar de fumar… creo.
Está bueno que son chupetínes chicos y que vienen más de uno. Son cuatro sabores: cereza, manzana, naranja y uva. Son todos ricos y todos tienen algo que los hace especiales, pero los de cereza y uva son nuestros favoritos. Esta golosina es excelente. Se puede compartir, hay variedad, y no es el típico chupetín liso. Tiene esa textura granulada en el exterior que le suma muchísimo. Nos parece clave que el sabor sea cereza y no frutilla, como que lo separa de lo común.
Es una golosina que se mantuvo buena a lo largo del tiempo. Hay una versión bolita que viene con dos sabores combinados y no tiene el granulado por afuera. Son muy buenos, pero no están a la altura de los originales. Probablemente los chupetines son la única golosina que es mejor que no se haya vuelto más grande. Es más práctico así. Los padres nunca saben qué hacer con el chupetín cuando sus niñes ya no quieren comer más. Este fue un problema que se soluciona parcialmente con la aparición del push pop en los noventas.
Quisimos averiguar más sobre la historia del Baby Doll pero realmente es muy difícil googlear baby doll sin caer en fotos sensuales. ¿Por qué se llamará Baby Doll? Es como que no puede haber una historia no violín al respecto. Realmente es muy extraño que usen nombres sugerentes para golosinas para niñes. Baby doll, Pete, Pito Pito… es medio perverso.
Packaging: 10
Sabor: 9

Pico Dulce
Chupetin de caramelo duro sabor frutal
El sabor del Pico Dulce es algo indescriptible. El paquete dice que es sabor “Tutti Frutti”, pero el pico dulce sabe a pico dulce. Es un sabor en sí mismo. Es una golosina muy hermosa, visualmente hablando. Lheritier hace todos sus productos con mucho amor. Es excelente. Es como que tiene todos los colores por afuera pero después de comerlo un rato el interior es blanco. Además es delicioso hasta el final. Tiene una buena textura, da sensación de cremosidad.
Naná dice que es capaz de saborear cada fruta al pasar la lengua por los diferentes colores. Realmente no tengo pruebas de eso, pero tampoco tengo dudas. Dice que es como si el mar tuviera diferentes sabores. Uno va surfeando esa ola de sabor.

La forma del Pico Dulce en sí misma es muy buena, pero no creo que se haya pensado para niños porque claramente no entra en la boca de un infante. Es más bien una golosina para adolescentes y preadolescentes. Hay una búsqueda de ese público; se regalaban en boliches y sorteaban viajes de egresados. Es una marca que se presta mucho a acompañar influencers. También es muy amigo de la bebida blanca y las noches de exceso. ¿Quién no ha tomado vodka y comido pico dulce?
El packaging es lindo y simple pero no preserva realmente el producto. Si no se lo trata con cuidado termina partiéndose el chupetín.
Packaging: 6
Sabor: 10

Menta Cristal
Caramelo duro de menta
Nuevamente la grieta de la menta. A mí me encantan pues tengo gustos de vieja pero a Naná no.
Es un caramelo muy de recepción de médico o de bowl de caramelos de cortesía. Más allá de ser de menta, es bastante dulce. No tiene nada de menthol. Nos vuela la cabeza que es como si estuviera hecho de vidrio, super transparente. En la textura tiene algo que recuerda al pirulin. Es hermoso, como caramelo de vidrio o un caramelo de agua. Que se llame cristal es lo más, como la novela de los ochentas.
No nos gusta la versión nueva del empaque. Apreciamos que siga siendo transparente, pero la tipografía actual y lo que lleva escrito en los bordes es feo. Le quisieron poner onda pero el anterior era más lindo.

Más allá de que a Naná no le gustan las golosinas de menta, considera que está muy bien y es una golosina respetable. Es un caramelo de Arcor, y Arcor es el n°1 en producción de caramelos mundialmente… o por lo menos eso indica su página. Arcor también produce localmente los caramelos Alka que son de menta y vienen en tamaño más pequeño. El papel metalizado que envuelve los Alka es claramente más hermoso que el de los Menta Cristal.
Packaging: 4
Sabor: 6 (si hubiera sido solo por Magu el puntaje era 10)

Lotsa Fizz
Caramelo duro con relleno efervescente
Los Fizz vienen en una tirita y eso es hermoso. Podes hacerte un collar de Fizz o una vincha o una pulsera. Estos caramelos ahora también son de Arcor. Naná realizó una investigación para descubrir a la mente brillante tras los Fizz pero no logró descubrir la verdad.
A pesar de haber cambiado el estilo del packaging conservaron el logo y esto se valora. Para lograr el efecto efervescente adentro tienen bicarbonato de sodio, es como un uvasal. Esta golosina es espectacular. Funciona en muchos niveles: el caramelo en sí mismo es buenísimo y la efervescencia es un plus. Es una golosina que se ha mantenido muy bien con el paso del tiempo. Tiene un dejo como salado por el bicarbonato, pero no es realmente un problema. La persona que inventó el Fizz es un genio. Quisiéramos saber todo. ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo lo crearon?

No se parece a otras golosinas. Los Pop Rocks, por ejemplo, explotan. Pero la efervescencia de los Fizz es única y te mete en un trance, como una explosion fresca. Como tragar agua de mar en la orilla. Una sensación de bruma. Fantástico. Más allá de que el empaque conserva muy bien la integridad de los caramelos, esta nueva versión no permite separar los caramelos, lo cual atenta contra la naturaleza del Fizz que es poder compartirlos… siempre cuidando quedarse con el más rico, que obviamente es el de uva.
Packaging: 7
Sabor: 10

Gotitas de Amor
Bolsita de caramelos duros surtidos
Lo primero que podemos decir es que su nuevo packaging es muy feo. Tiene una estética excesiva digna de Felfort. Es medio hippie, flower power. Los colores, la tipografía, todo es muy feo, muy saturado. Debería ser full setentas para pasar de ser horrible a ser bello.
La textura de las gotitas es genial. Una vez más esta esa textura como de azúcar en el exterior como en los Baby Doll. Hay como un misterio con el tema de qué color representa a cada sabor. Antes el sabor cereza en verdad era guinda, pero ahora los gustos que trae son cereza, anana, naranja, limón y frutilla. La pastilla color verde teóricamente es la que tiene gusto a frutilla.

Las favoritas de Naná son la roja y la verde, que serían cereza y frutilla, pero realmente no estamos seguras. Creemos que siguen las reglas Haribo, que los colores no necesariamente representan el sabor y los rojos son de frambuesa y los verdes de frutilla. Tal vez es una regla impuesta entre los golosineros, una decision tomada en la gran convención de golosineros.
Me remiten mucho al recreo del colegio. Son caramelitos muy nobles. La golosina en sí misma luce ligeramente desprolija, cómo casera. También se presta mucho a ser compartida.
El empaque es como una bolsita de mierda. Conserva bien la golosina pero es feo. Sería hermoso que las gotitas de amor vinieran en latita, aunque sea en edición especial. Como las pastillitas japonesas.
Packing: 8
Sabor: 9

Sugus
Caramelos frutales masticables
Antes que nada, tenemos una denuncia. Los Sugus de menta están en falta, no hay, no los estarían produciendo. Esto arruina todo mi aporte a la nota. Yo quería sorprender a Naná como ella me sorprendió con el secreto de las Tita. Ahora ni Naná ni ustedes podrán saborear la magia de la frutimenta.
Frutimenta es cuando comes un Sugus de frutilla y uno de menta a la vez y es el sumum del sabor y la deliciosidad. El gusto es como el que tenía la Odolito, que era una pasta de dientes para niños que tenía re rico gusto y hacía que quisieras lavarte mucho los dientes. Los Sugus tienen un papel hermoso, con un bello plegado. Hay que darle con la uña para poder despegar el papel. Hay unos Sugus sabor damasco que son deliciosos pero ahora solo vienen en la bolsa de selección especial que trae cereza, uva y tutti frutti. Ya no vienen en la bolsa de sabor original. Los sabores originales son menta, frutilla, naranja, limón, ananá y manzana. El sabor más popular, según las últimas encuestas realizadas por Naná, es el de manzana.
Son un caramelo peligroso para les niñes, porque realmente es muy difícil despegarles bien el papel y siempre se les queda un pedacito pegado. En nuestra infancia debemos haber comido mucho papel pegado a los Sugus.
Los Sugus originalmente eran de Wrigley Company y Arcor los compró, engañándonos a todos haciéndonos creer que era una golosina autóctona. Parece que los Sugus tienen origen en Suiza en 1931 pero que los Sugus argentinos siempre fueron Arcor.
Los Sugus se parecen a los Starburst, pero más suaves en su sabor y más rígidos en su textura. El hecho de que sean tan duros suele jugarles en contra. Lo ideal es comprarlos sueltos en lugares donde uno mismo pueda servirse los caramelos para poder seleccionar los gustos que quiere.
Un capítulo aparte son los Sugus confitados, que son de las golosinas más deliciosas y bellas que tenemos. Manejan una gama de colores impecable, en tonos pastel de rosado, celeste y amarillo. Son muy elegantes. En un momento intentaron hacer los Sugus confitados “Evolution” que venían en colores súper fuertes y saturados… total y completamente innecesario.
Packaging: 7
Sabor: 8

Flynn Paff
Caramelo masticable sabor tutti frutti
Cuando salió al mercado esta golosina, todo fue confusión. Era inentendible que existiera un caramelo masticable pero con gusto a chicle. Una rareza. Es un caramelo muy grande. Antes tenía un color mucho más vibrante y un olor a chicle mucho más marcado. Ahora ambas cosas se encuentran más apagadas. Es una golosina difícil de abordar. No sabes si morderla de a pedacitos, si comerla de una. El sabor, por suerte, se mantuvo. Es un caramelo muy rico.
Es una golosina que tranquilamente podría haber comido Marty Mc Fly. Es como del futuro. Es la golosina que comes mientras andas en hoverboard.
Su textura es bastante dura. De hecho es demasiado grande para ser así de duro. Pero todo es parte de la experiencia. Una especie de incomodidad o extrañeza buscada. Que sea el doble de grande que cualquier caramelo masticable común, que tenga gusto a chicle, que tenga ese envoltorio impresionante. Bancamos mucho esta golosina en su sabor más popular que es chicle, aunque la de banana también es buena.
Se podría trazar una línea historia de la inflación de la argentina en Flynn Paffs. Cuando salieron por un peso te llevabas 20 Flynn Paff y ahora un solo Flynn Paff sale cinco pesos.
El Flynn Paff es una experiencia. El caramelo es increíble. El papel que lo envuelve es hermoso. Es un digno representante de una gran empresa como Georgalos.
Packaging: 10
Sabor: 9